Dos Vaqueritas Van Al Rodeo

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Bien, aquí les dejo éste capítulo para que no sufran más ;)

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Apenas llegué a casa mi madre se abalanzó sobre las gemelas, no me gustaba que las llamaran a ambas al mismo tiempo, pero mamá maravillada con el hecho de que había tenido dos niñas al precio de una – aunque en el hospital cobraron el parto de cada una por separado-.

Mientras mamá miraba de derecha a izquierda a ambas niñas en sus portabebés, papá me dio un abrazo y me recibió como era de esperar.

- Vaya que llegas de improviso, ¿estás segura que todo anda bien? – Me preguntó.

- Claro que sí, es solo que la pelea de Tom va a ser muy importante... las niñas nos tienen a ambos muy distraídos y no quiero que cometa errores, saben que arriesga mucho al pararse en el ring...

Papá asintió y suspiró.

- Es solo que cuando nos dijeron que esperaban gemelas, - cogió las maletas y me ayudó a llevarlas hasta el auto, - bueno, yo no pensé que las tendrían y que luego tendrías que llevártelas lejos para que él se pudiera concentrar en otra de esas... peleas.

Noté por la forma en que mi papá decía las palabras "él" y "peleas" que no estaba para nada contento con mi visita. De cierto modo me sentí ofendida.

Lo vi caminar con mis maletas en las manos mientras mamá a mi lado intentaba no mirar a las niñas que llevaba, una en cada mano acomodadas en los portabebés.

- No tenía otro pretexto para venir a verlos... - Le dije a mi papá en voz baja.

De inmediato él se volvió hacia mí y me sonrió.

- En ese caso, debo decirte que no necesitas excusas; ni tú, ni Tom, ni las niñas.

Le sonreí de regreso y seguimos el camino hacia su auto. La camioneta que mamá conducía. Subimos a las niñas y nos pusimos en camino.

En solo unos días las niñas ya estaban aclimatadas, mamá insistió con el tema de "es muy raro que una pareja decida algo así", así que no me quedó más opción que contarle. Le dije todo, pasando por detalles de la lesión que Tom tenía en la cabeza.

- Yo solo quería hacerlo ver que está mal... - Le conté a mi mamá. – Es solo que él es más orgulloso de lo que creí. Además de un pésimo perdedor.

- Anna, no te voy a decir qué es lo que deberías hacer; pero debes volver con Tom. Las gemelas necesitan a su padre. – Me dijo. – No sé cuándo, no sé cómo... pero algo vas a solucionar con Tom.

Suspiré, mi madre siempre escogía el momento después de la cena para hablar conmigo. Usualmente nos sentábamos en mi cama y hablábamos con la puerta cerrada. Ese día escogió hacerlo del mismo modo de siempre, con la diferencia de que ahora cada una de nosotras tenía a una bebé en el regazo medio sentada medio echada. Hannah, estaba completamente despatarrada contra mí.

- Además, no es por nada... pero tu esposo es un hombre muy guapo y bastante educado... - Sonrió de forma sugestiva hacia mí.

- Mamá... - Me quejé en voz baja, pero no sabía a dónde quería llegar.

- No, no, escúchame. – Me dijo con seriedad. – Sé que uno debe confiar en el otro, pero si no lo apoyas él se va a resentir, y a veces cuando los hombros están molestos hacen tonterías...

Sentí como si una animación de un foco se apareciera sobre mi cabeza cuando me di cuenta de lo que implicaba aquello que mi madre me estaba diciendo.

Memorias (Tom Kaulitz Fanfiction)Where stories live. Discover now