Era para ayer, pero me quedé dormida... aviso que aún tengo sueño, pero ya me pongo a trabajar en el próximo capítulo (espero que éste no tenga errores porque como siempre: no lo revisé antes de subir!)
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Le dije a Tom que no siguiera con aquel asunto de la pelea, pero no me hizo caso. Intenté usar a las niñas para hacerlo entrar en razón, pero Tom simplemente no entendía. Dany y Hanna estaban cada día más grandes y parecía que mis preocupaciones iban creciendo a la par.
- Te ha llegado una carta de una editorial. Tiene dirección en Nueva York... - Tom intentó hacerme sonreír mientras le daba de comer a Hannah sentada en la mecedora.
- Que interesante... - Suspiré de manera apática.
Estaba muy cansada ya de leer más y más cartas diciendo que "no estaban buscando publicar una historia como la mía". Simplemente estaba cansada de ilusionarme con cada carta y cada llamada.
- Puede que lo sea, - Tom alzó a Danny en sus brazos y comenzó a balancearse un poco de lado a lado, a ella le encantaba. – Tal vez ésta es la buena. – Intentó.
- No, - le respondí, - no les gusta mi historia, tengo que escribir algo mejor. – Le dije. – Olvídate de esa.
Tom suspiró y frunció el ceño.
- ¿Qué pasa? – Me dijo. – Tú eres así de... negativa.
- ¿Que qué me pasa? – Alcé la mirada hacia el techo y me reí sin ganas. – Me pasa que ya me aburrí de esperar a que me digan "no gracias", ¡eso es lo que me pasa! – Respondí bruscamente de pronto, sin pensar.
- No, eso no es...
Negué con la cabeza, ya le había dicho a Tom muchas veces que no quería que volviera a pelear con Listing, pero no me ponía atención y si lo hacía, actuaba como si yo estuviera loca por querer que le pusiera punto final a su carrera de ese modo.
- No. – Admití.
- No es otra vez lo de la pelea, ¿verdad? – Me dijo como quien no quiere la cosa.
Cerré los ojos y volví a mirar a Hannah, que lucía como que ya estaba satisfecha. Escuché a Tom poner a Dany en la cuna y mientras tanto aparté a la pequeña de mi pecho y me arreglé el tirante del sostén mientras la sostenía.
Tom me ayudó como era usual y tomó a Hannah en brazos, apoyando la pequeña barbilla de la niña en su hombro por encima de la toalla amarilla.
- Tom, es que... – Tom me lanzó una mirada helada y me interrumpió rápidamente.
Siempre que estaba molesto parecía que su acento se hacía más duro y hablaba un poco más rápido; era intimidante, pero a mí nunca me dio miedo plantarle cara.
- ¡Es que nada, Anna! – Se quejó. – ¡Ya me has dicho lo que tenías que decir, y yo ya te he dicho que quiero pelear! ¡Si no lo vas a entender no tienes por qué ponerte como una amargada!
Decidí ignorar cualquier cosa que Tom pudiera decirme, al menos de momento, no me serviría de nada ponerme a llorar como Magdalena porque me llamara "amargada", así que decidí que simplemente intentaría una sola vez más poner las cosas en orden con Tom.
- ¡Todavía no firmas nada! ¿Por qué tienes que ser tan testarudo? – Me quejé. – Tan solo mira a esa niña en tus brazos... hay una más como ella, Tom... Si las amas, - me interrumpió con los ojos cerrados y Hannah abrazada contra su hombro mientras le daba palmaditas en la espalda.
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Memorias (Tom Kaulitz Fanfiction)
FanficAnna Kościuszko era una chica joven recién egresada de la universidad cuando consiguió su trabajo de ensueño como comentarista deportivo en Las Vegas y conoció al campeón mundial, al boxeador favorito de Nevada: Tom Kaulitz. Ahora su afán por gana...