Memorias (Tom Kaulitz Fanfiction)

Tatuajes y Sorpresas

Creo que está un poco corto, pero bueno... 

¡aquí va!

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Tom quería hacerse un nuevo tatuaje, dejamos a las niñas en casa con la niñera y fuimos a su tienda favorita para ver el diseño. Solamente se haría algo sencillo debajo del tatuaje que ya tenía en el brazo, las iniciales de las niñas en un tipo de letra que concordaba con el tatuaje que ya tenía.

Apenas entramos a la tienda uno de los tatuadores se acercó a saludarnos, yo nunca había acompañado a Tom a hacerse un tatuaje así que no me conocían.

- ¿Qué tal, viejo? – Lo saludó mientras yo observaba a su lado.

- ¡Cuánto tiempo!

Tom soltó mi mano y abrazó a su viejo amigo para después pasar el brazo alrededor de mi cintura y pegarme a su costado.

- Anna, mi mujer. Martin. – Extendí la mano y lo saludé.

- Mucho gusto. – Me dijo.

- Igual. – Le sonreí.

- Ven, ya está listo en caso de que quieras hacerlo ahora. – Le dijo Martin.

Tom jaló de mí pero yo quería curiosear un poco, nunca había entrado a una tienda de tatuajes y tenía muchas cosas que ver.

- Ve tú. – Le dije y me solté de su agarré para echar un vistazo a las paredes.

Por un momento él me observó y luego siguió a su amigo de cabello oscuro y rostro pálido. Me quedé de pie observando las fotografías en las paredes y luego empecé a pasar las hojas de un álbum que estaba encima del mostrador. Había fotos de toda clase de tatuajes, según lo que veía había unos de estilo japonés, tribales, a blanco y negro, había de todo.

- ¿Algo que te guste? – Alcé la mirada y me encontré la mirada de un hombre con anteojos y tatuajes sobresaliendo por el lado izquierdo de su cuello por debajo de la camisa de cuadros azul.

Tenía el cabello rubio y un par de aretes en cada oreja, las mangas de su camisa estaban dobladas hacia arriba y tenía tatuados ambos brazos, le sonreí y negué con la cabeza.

- Vamos, ya estuviste mucho tiempo observando, ¿qué te ha gustado?

Hablaba de manera graciosa, como alargando las "s". Suspiré y le eché un vistazo a Tom en el fondo de la tienda, estaba sentado en una de las camillas para tatuar y Martin le estaba colocando el papel con el diseño del tatuaje en el brazo, la manga corta de su camiseta estaba doblada hasta su hombro y se veía que estaba conversando alegremente con su amigo.

- ¿Conoces la oración de la serenidad? – Le pregunté.

- Ah, - sonrió y se arregló los lentes sobre el puente de la nariz, - ¿dónde?

Encogí los hombros, la verdad no creía que me fuera a tatuar y mucho menos en ese momento.

- ¿Dónde crees que quedaría bien?

- En las costillas queda muy bien, pero si es tu primer tatuaje... vale, sí que duele. – Me dijo. - ¿Te hago un diseño?

Me volteé hacia Tom, que se estaba mirando en un espejo. Él miró en mi dirección y al darse cuenta de que estaba hablando con otro de los tatuadores se acercó.

- ¿Queda bien aquí? – Me mostró el brazo con el diseño para el tatuaje pegado en la piel.

Asentí.