Aun si no me escuchas

Entrada especial: Explicación y Clasificación

El poder de detectar las habilidades existentes en otras personas no tiene un nombre o descripción, debido a las diferentes formas de reconocer dichas habilidades no podemos asegurar que esto sea un poder o una mera necesidad de conocer los poderes que nos rodean. Se puede hacer a través del olfato, la vista o el tacto. La forma que vamos a explicar, y es la que yo poseo es el olfato. A través de mis años he creado esta recopilación de información gracias a mis experiencias pero no es la verdad absoluta.

Categorías: aromas y habilidades

Se dividen en tres categorías principales, que a su vez tienen subcategorías que diferencian una habilidad de otra. Cada grupo de aromas hace referencia a un cierto tipo de habilidades únicas* que ya sea están en un estado activo o en estado latente/desarrollo pueden ser identificadas y categorizadas.

Las tres principales son:
-Aromas frutales→ Habilidades de rastreo o exploración (Habilidades sensitivas).
-Aromas naturales→ Habilidades de ataque o defensa (Habilidades físicas).
-Aromas no naturales→ Habilidades de influencia (Habilidades de relación interpersonal)

Aromas Frutales

Esta primera categoría agrupa a todos los poseedores de habilidades sensoriales, estas personas son dotadas con mejores y desarrollados sentidos del olfato, visual y auditivo. Algunos incluso con mejor desarrollo del gusto pero hay muy pocos casos.

Dentro de una manada pueden cumplir dos roles fundamentales: rastreador o explorador. Una tersera pero casi inexistente categoría por la falta de poseedores de esta habilidad son los reconocedores.

El rastreador

Su sentido del olfato predomina por sobre los otros sentidos, su aguda habilidad para distinguir y recordar los aromas de cada persona, animal, objeto o lugar los hace excelentes "perseguidores" ya sea de presas o enemigos.
Algunos excelentes rastreadores incluso recuerdan aromas que sintieron en la niñez evocando claros recuerdos del lugar o situación. También pueden llegar a descifrar algo ocurrido en una escena con solo sentir todos los aromas y encontrar la ruta de cada uno dentro del espacio. Es una habilidad que los hace buenos detectives pero lamentablemente pocos son capaces de llegar a tal desarrollo de la habilidad, claro está que algunos casos han visto la luz y han entrado en los sitios de honor de la policía.

El explorador

Su sentido visual y auditivo, así como en menor grado el olfato, están desarrollados al punto que les permiten encontrar rutas y lugares que lobos normales no encontrarían.
Sus manadas confían en ellos cuando es hora de encontrar un territorio apropiado para instalarse o cuando se desarrollan disputas con otras manadas y se necesita de información del territorio enemigo.
La memoria visual es su mayor dominante ya que incluso podrían salir de un laberinto con los ojos cerrados, claro, si es que habían estado antes en el.
Pueden ser hábiles espías o grupos de avanzada que aseguran el mejor recorrido para movilizarse, siempre van a la cabeza del grupo a menos que el alfa decida que él ira guiando a la manada.

El reconocedor (también conocido como Lengua Viva)

Este pequeño y escaso grupo de personas tienen lo que se llama Lengua Viva, con solo probar una vez algún alimento ya sea silvestre o preparado pueden saber que lo compone y si es peligroso.
Las manadas que recién se instalan en un territorio confían en ellos para saber los peligros que rodean a la manada, en términos de alimentos ellos siempre tendrán la voz de mando.
Tocar una fruta o seta desconocida con la lengua es suficiente para saber si es venenosa y salir invicto del encuentro, como esta información no es conocida por todos los reconocedores la mayoría de ellos come completamente el espécimen en cuestión y mueren a causa del veneno. Por más que su milagrosa lengua pueda reconocer la presencia de veneno solo con un roce sus cuerpos nos son inmunes a las toxinas, hay que tener mucho cuidado y si no se esta seguro de ser un Lengua Viva es mejor dejar las setas y frutas llamativas o desconocidas lejos de la boca.