47.- La sangre del lobo y el enemigo muerto

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Capitulo 47: La sangre del lobo y el enemigo muerto

Las fuertes emociones y los pensamientos revueltos del lobo negro entran en mi mente como si fueran dagas, no sé cuánto ha sufrido para tener este tipo de sentimientos desgarradores pero ahora mismo todo lo que quiero es protegerlo. Debo tener una especie de complejo de héroe.

Mareado doy pasos hacia atrás sacando mis patas del pecho del lobezno, Eitan toma mi lugar sobre él con Nicolás, Paul y Vance sujetando la cadena que Scarlett suelta, sus manos se ven enrojecidas por la presión que ejerció sobre ella. Corto la conexión forzada que hice con el chico para deshacerme del mareo que me estaba provocando y poder enfocarme en lo que todos dicen mientras luchan.

Miro alrededor intentando visualizar cada pelea que aun se desarrolla, a pesar de la superioridad numérica que tenemos ningún vampiro ha sido derrotado. Mi pelirroja acaricia mi cuello y besa mi rostro cerca de mi nariz antes de palmear mi espalda, se aleja un par de pasos y corro en dirección a los chicos. No sé como lo hace, pero tiene un gran sentido de batalla, como un general.

El hombre grande es el más peligroso de los enemigos ya que su gran tamaño le ayuda a repeler las mordidas, la mujer en cambio se ve bastante dañada, le falta un brazo y parte de la otra mano. Realmente, la inexperiencia es nuestra mayor desventaja. Dejando a un lado la ferocidad y el asco que produce saborear sus cuerpos, todos se notan casados.

-Tat, si seguimos así estaremos agotados antes de poder derrotarlos...- con los ojos fijos en su enemiga Tomo se lanza a morder su cuello aunque no logra conectar con él y termina hincando sus colmillos en el hombro derecho de la mujer. Eliot usa su pequeño tamaño y velocidad para dar ataques rápidos a las piernas del hombre grande y así desestabilizarlo.

-Lo sé, solo aguanten un poco mas.- me uno a los gemelos y Eliot que alternan ataques a las extremidades del vampiro, con cuatro deberíamos de poder controlarlo. Philip observa toda la escena desde su posición unos metros lejos de nosotros, la rigidez de su cuerpo le hace parecer una estatua que sonríe siniestramente.- ¿Yves? - la conexión con el huraño chico me es confusa, como si estuviera pensado en demasiadas cosas.

-Dime.- de reojo lo veo morder el costado izquierdo de la mujer que lanza un grito agudo de dolor y escupe un tanto de sangre negruzca, el musgo se pudre ahí donde cae como si fuera ácido altamente corrosivo.

-Ellos... ¿tiene sangre de lobo en sus sistemas o están completamente limpios? - el hombre al cual llamaré "Tom" me da una patada en la cabeza alejándome de él, Aki cierra sus fauces alrededor de su pie antes de que lo pose en el suelo y jala de él. "Tom" cae sentado en el suelo y los gemelos se lanza a atacar su cabeza, sus blancos cabello se van volviendo rojos desde el hocico y descendiendo por el pecho.

-Nada, la sangre de lobo no está en sus cuerpos.- si no tienen esa ansiedad por nuestra sangre como los otros vampiros que hemos visto sus mentes deben de estar agudamente centradas en la lucha, para lobos pacifistas como nosotros esto se torna cada vez más difícil.

Un aullido se escucha proveniente del bosque, mas voces se le unen como si de una canción de guerra se tratara. Todos intentan saber quien emite semejante aullido, incluso los vampiros que ralentizan sus ataques y defensas. El ambiente se calma de a poco debido a la curiosidad y aunque algunos siguen atacando para no perder la ventaja que han logrado ganar.

Desde un costado, cerca del lugar donde Sander y sus hombres luchan con tres vampiros, una manada de lobos blancos con miradas furiosas irrumpe en el claro que ha comenzado a verse y sentirse pequeño. Las voces graves y vibrantes de los recién llegados se alzan antes de desplegarse por todo el lugar, uno o dos lobos se suman a cada pelea creando un nuevo ritmo de ataques. Una más rápido y letal.

Aun si no me escuchas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora