Capitulo 4: Esos ojos grises
El moretón que me generó el golpe de Lance desapareció a la mañana siguiente, mi rostro volvía a ser hermoso y sexy.
Mis hermanos no me han hablado desde que hicieron esa extraña y exagerada advertencia en la cocina, cosa que me tiene un poco preocupado. Nada bueno sale de las cosas que ellos planean y menos si es una venganza.
Mi madre puso el grito en el cielo cuando me vio, pero se le paso al saber que fue sólo ese golpe y yo no di ninguno, creo que estaba orgullosa ya que según ella, "supere mi etapa rebelde"...y eso no me alegra para nada, seguramente Lance estuvo subiéndose el ego con sus amigos contandoles que huí de una pelea.
Un bajo gruñido salio de mi garganta al pensar en ello, la penetrante mirada de Ema me hizo girar en redondo en el asiento, resulta ser que tengo muchas clases con el grupo de Car, sobretodo con Ema y Stevens que ahora se encontraba realizando un ejercicio en el pizarron.
-¿Frustrado?- su sonrisa de superioridad me exaspera. Se acomoda con los brazos sobre el banco y posa su mirada en Stenvens, dejándome ver lo enamorada que está. Así debe ser cuando encuentras a tu pareja.
-Un poco, antes esto no abria pasado, solo espero que no se tome esa ocación muy en serio...y que no intente repetirlo- Sonreí de medio lado cuando Stevens se acerco y tomo asiento frente a Ema. Ella alargo su mano para acariciar el cabello de él.- la próxima vez lo dejaré como saco de boxeo.
Ambos me miraron como si hubiera dicho algo prohibido e imposible. Me encogi de hombros y gire para mirar por la ventana.
No se como le tienen tanto miedo a Lance, esta bien, su manada ama las batallas y generalmente son quienes las provocan, pero él no es nada especial.
Una chica paso cruzando rápidamente el patio frontal del insti, su cabello rojizo ondea tras su espalda, oculto en la parte superior por un gorro de lana negro. No puedo evitar seguirla con la mirada durante su recorrido, entre sus brazos lleva lo que supongo son sus libros.
Toda mi atención se centra en ella, hasta que desaparece en la puerta del insti. Stevens me toca el hombro y aprieta mi clavícula con sus fuertes dedos.
-¡Aush!- lo miro frunciendo el ceño, los dos chicos se encuentran parados junto a mi mesa y el salón esta vacío, a excepción de nosotros.- ¿me distraje?
Ambos asienten y dan la vuelta para salir del salón, Ema se arrima al brazo de Stevens y este vuelve a temblar como gelatina. Los sigo por los pasillos, buscando al resto de su manada.
Siento las miradas de todos en mi, siguiendo cada paso que doy. Al parecer soy la nueva atracción ya que el idiota de Lance me "tiene en la mira".
-los veo en clases- dije bajo, hablándole a las espaldas de Stevens y Ema. Me miraron por sobre sus hombros y asintieron, dejo que se alejen y desaparezcan entre la multitud que inundó los pasillos luego de que sonara el timbre.
Respiro profundamente, aunque eso no logra despejarme la mente ni apartar las miradas de todos de mi. Creo que es hora de dejar las cosas en claro, así que camino con la cabeza en alto y una sonrisa torcida en el rostro, esa que molesta a los gemelos.
Pensando en ellos... No los he visto desde que dejamos el auto de papá por la mañana, una muy, muy mala señal. Su aroma se pierde entre los demás, pero sé donde encontrarlos. Con paso rápido salgo del insti y me dirijo al gimnasio.
El viento me permite encontrar el aroma de los gemelos, junto a ellos están sus cuatro amigos. No se que tienen con comer en el tejado del gimnasio, pero allá ellos.
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Aun si no me escuchas
WerewolfEl vínculo con tu pareja es más fuerte que cualquier problema o enfermedad, capaz de superar todas las barreras aún si esa barrera es el no poder oírse. Así es el caso de Tatsuya, que deberá superar el hecho de que su mate es humana y sorda, a esto...