Caperucita y el lobo

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Capitulo Especial (Parte Dos) : Caperucita y el lobo

-Vaya, nunca espere encontrarme contigo en el bosque.- Lance suelta mi brazo pero aun me tiene acorralada contra el árbol. Rayos.

Su sonrisa burlona y arrogante crea en mi unas increíbles ganas de golpearlo. Está tan cerca de mi que puedo oler su podrido aliento, como si un animal hubiera muerto entre sus dientes.

-¿Por que tan sola caperucita?- desvío mi mirada de él, clara señal de que no deseo conversar. Su fría y áspera mano agarra mi mentón obligándome a mirarlo.- sabes que no me gusta hablar solo.

-Púdrete. Déjame en paz Lance.- empujo su hombro y paso junto a él, puedo ver la salida tan cerca pero la mano de Lance me retiene en mi lugar. Exasperada volteo a verlo, con su mano libre se las arregla para hablarme.

-Vamos, podemos entretenernos los dos juntos en el bosque...no deberías adentrarte sola en el ¿sabes? Podría ocurrirte algo.- su mirada sobre mi cuerpo me hace estremecer de asco. Intento zafarme de su agarre, pero solo consigo que apriete mas fuerte mi muñeca.

-Déjame ir.- muerdo mi labio inferior por el dolor que me producen sus dedos incrustados en mi piel, seguramente dejara una fea marca amoratada.

-¿No quieres jugar conmigo?- unas ramas a nuestro costado izquierdo se mueven y dejan paso al cuerpo de Eitan. Nos mira a ambos fijándose mas tiempo en mi rostro, sé que tengo una mueca de dolor y miedo en ella.

Los veo intercambiar algunas palabras, como "libre" y "contar". Supongo que el tierno y amable Eitan intenta convencer a su estúpido amigo de liberarme y dejarme tranquila. Su agarre se afloja lo suficiente como para que me suelte de un solo jalón, veo a Eitan gritar "corre" y así lo hago.

Corro tan rápido como mis pies lo permiten. La canasta golpea contra mis muslos y ya no me importa que la comida se caiga. Solo quiero salir de este lugar y llegar a casa de la abuela.

Miro por sobre mi hombro para asegurarme de que Lance no ha logrado seguirme, vislumbro a Eitan o la espalda de Eitan, frente a un árbol en el que supongo tiene a Lance. Debo de agradecerle la próxima vez que le vea.

La luz que creo es de la salida se acerca cada vez más, llego a ella y paso el ultimo par de árboles. Me encuentro con un hermoso claro, un lago de tamaño mediano brilla bajo el fuerte sol que ya se ha alzado completamente en el cielo. Debe ser muy tarde.

Me acerco a beber un poco de agua, este día a sido de lo mas agotador y perturbador. Dejo la canasta junto a una roca y me arrodillo a la orilla del lago. Mis manos se hunden en el agua fría y cristalina, con las manos ahuecadas saco un poco de agua y la acerco a mis labios. Esta deliciosa.

Sacio mi sed y luego lavo mi cara que debe estar sudada y sucia por la tierra del bosque. Me seco con el borde del vestido. El lugar es muy agradable, tanto que casi me hace olvidar que estaba corriendo de Lance hace unos minutos y mucho mas importante aún... Todavía no encuentro la salida.

Aun si no me escuchas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora