Capítulo Especial: Un desayuno perfecto
El movimiento del móvil y la canción anunciando la llamada entrante me ogligo a despertar.
Con pereza, alargo el brazo y tomo el molesto aparato. La pantalla me muestra el nombre y la foto de mi ...novia. Rápidamente me siento en medio de la cama y contesto.
-Ema- digo pegando el móvil a mi oreja. Una sonrisa tranquila se forma en mi rostro, aunque mi corazón ya comenzó a martillear frenéticamente contra mi pecho.
-Teve...lo siento, estabas dormido ¿verdad?- la voz de Ema mandó corrientes desde mi oído a mi columna, terminando su recorrido en mi afligido estómago.
Iba a negar, pero un involuntario bostezo se escapo causando que mi novia riera. Hermosa risa.
-No te preocupes, sabes que siempre estoy disponible para ti, ¿ocurrio algo? Es extraño que me llames tan temprano.- me deslizo por un lado de la cama y siento el frío del suelo. La cama cruje un poco cuando me levanto.
-No pude dormir, tenia un horrible dolor de cabeza- murmuró con un tono de voz ligeramente infantil que me encanta que use.
-¿Por qué no me llamaste antes? Podría haber ido a acompañarte- me acerco a la ventana y me asomo por el pequeño espacio que deja la cortina.- ¿Quieres que vaya a tu casa?- ofrezco con un poco de esperanza.
-Me encantaría Teve. Te llame ya que no resistía mas, quería escuchar tu voz- confesó Ema provocando que mi corazón se detuviera por un segundo y luego comenzar a palpitar descontrolado.
-En diez minutos estoy contigo...amor- la última palabra la digo con un poco de vergüenza por lo que sin dejar que me conteste, termino la llamada y corro al baño.
Me doy un rápido baño con agua helada y así termino de despertar. Con un poco de torpeza, regreso a mi cuarto y tomo un jeans que me llega a las rodillas, una camiseta manga larga a rayas blancas y azules y por último mis zapatillas negras que combinan con todo.
Me coloco los bóxer y luego el pantalón. Termino de secar mi cabello antes de ponerme la camiseta. De vuelta en el baño, lavo mis dientes y peino un poco mi corto cabello.
Tal vez debí pedirle mas tiempo a Ema, pero ella sabe que suelo demorarme. Tomo mi móvil y las llaves de la casa y salgo dejando todo el desorden del día anterior en mi cuarto.
La casa de mi novia esta a solo unos minutos de la mía, con un trote tranquilo llego hasta su puerta y toco. Pasa solo un minuto y ya tengo a mi Ema colgando de mi cuello.
Mi cuerpo me traiciona una vez mas y comienzo a temblar bajo su embriagante olor y caricias en mi nuca. Lentamente ella saca su rostro de mi cuello, donde se entretuvo aspirando mi aroma.
-Buenos días- me sonríe risueña y acerca su rostro al mio, lame mis labios juguetonamente y yo no resisto mas, la adentro en la casa y cierro la puerta con un golpe del pie.
-Buenos días- contesto. Ella vuelve a sonreír y yo aprovecho ese momento para asaltar su boca y tomar sus labios con los míos.
Se que cuando estoy con ella parezco nervioso, miedoso y totalmente vulnerable. Pero no es así. Es todo lo contrario. Mi cuerpo tiembla no por rechazo o miedo de estar cerca de esta hermosa chica, si no que tiembla debido al deseo de tenerla cerca.
Ema me corresponde el beso, y mi cuerpo vuelve a sucumbir bajo su encantador toque. Mis piernas flaquean y escucho un pequeño jadeo de Ema cuando aprieto su cadera.
Lentamente alejo mi rostro del suyo y termino el beso. Mi cuerpo aun no se recupera del efecto que ella causa en mi, siento débiles las piernas y mi respiración forzada.
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Aun si no me escuchas
Hombres LoboEl vínculo con tu pareja es más fuerte que cualquier problema o enfermedad, capaz de superar todas las barreras aún si esa barrera es el no poder oírse. Así es el caso de Tatsuya, que deberá superar el hecho de que su mate es humana y sorda, a esto...