Noche 2

19 2 1
                                    

-Bienvenido a "Anónimo" ¿que nombre le gustaría que tuviera?-Pregunto con la típica sonrisa de frívola sobre mis labios. No me resulta difícil, es justo la sonrisa que pongo durante esas reuniones falsas y llenas de lujos que dan mis padres en la casa. 

-Patricia-Responde el sujeto con los ojos llorosos para dejar caer su rostro sobre la mesa de madera. 

>Dios... ten un poco de orgullo, luces patético< pienso para mis adentros. 

-¿Que le gustaría pedir?-Pregunto sacando una pequeña libreta. 

-Tráeme una cerveza-Pide el sujeto que acompaña al tipo cuyo rostro se restriega sobre la mesa.- Gracias Patricia... 

En realidad no me llamo Patricia, tampoco me llamo Maria, Karen, Julia, Paola, Lulú, Susana, Tatiana, Rosa, Wendy, Hayley, Gabriela, Viviana,  Leslie ni Frida.  Mi nombre real es "Azmarie" quizás es menos bonito que los que algunos clientes me han dado, pero las reglas de trabajar aquí es que nunca vas a dar tu nombre... recibes el nombre que ellos quieran que tengas. 

-Noche larga-Se queja Camila mientras se apoya sobre mi espalda.- ¿Nombre?

-Patricia-Le digo 

-Mejor que "Margaret"-Se queja mientras hace un pequeño puchero con sus labios.

Hace ya cerca de un año que acepte la propuesta de Camila en trabajar en este pequeño club. No tengo ninguna razón aparente, sencillamente parecía algo para matar el tiempo después de la escuela, y así no tener que llegar a casa, en donde nadie me esperaba y no le importaba a nadie, ni siquiera a la mujer que me había traído al mundo. 

"Anónimo" es el pequeño club que se encuentra entre unos callejones, a las afueras de la ciudad, cuyo letrero luminoso ha perdido dos de sus letras y ahora parece que dijera "Annio". ¿Propósito? aparentemente ninguno. ¿Un prostíbulo? NO. Quizás un bar en donde las meseras y meseros atendemos a nuestros clientes con el nombre que ellos quieran darnos. No hay bailarinas exóticas, no hay habitaciones, y hasta donde sé ninguno se acuesta con los clientes por dinero. Es solo un pequeño bar, en donde incluso nuestras apariencias son falsas al igual que nuestros nombres. 

Teniendo en cuenta el aburrido estilo de vida que llevaba, me pareció una especie de hobby, uno muy extraño y puede que hasta denigrante. Pero no era tan malo cuando recibía el dinero en las quincenas y deje de pedirle a mis desinteresados padres. 

-CHICAS-Grita uno de mantenimiento- Necesitan personas en el estacionamiento. 

-Estamos ocupadas-Responde Camila haciendo una seña hacia las bandejas

-No era una pregunta "Querida"-Musita el chico de mantenimiento con un rostro bufón- Las esperan. 

-Cabrón...-Menciona Camila entre dientes.- Vamos... 

Odiaba atender el estacionamiento. La mayoría de los clientes intentaban subirte a sus vehículos pasados de moda o cuando les hacías la pregunta de bienvenida "¿Que nombre te gustaría que tuviera?" respondían con chorradas baratas. Sencillamente era fastidioso ver a todos esos críos intentando seducirte, parecían más bien pequeños bichos. 

Al salir vemos el cumulo de vehículos que prácticamente se estacionan unos sobre otros. Efectivamente los chicos no se dan para atender a todos. 

-Noche Largaaaa-Dice Camila dibujando un rostro de hastió. 

Mentalmente me coloco una de mis mejores baterías para encarar lo que fácilmente promete ser una noche realmente atariada... los carros entran y salen, con clientes realmente cabezotas con peticiones y nombres tan absurdos como su intento de ligar. Paso de ser Patricia a: Dariane, Sophia, Mamacita, Guapa, Nina y más. 

Es cuando un BMW 730d modelo 2014 se aparca frente a mi sección. Llevan el volumen demasiado alto, tanto que siento el piso vibrar bajo mis pies, ni siquiera puedo escuchar con claridad la canción que están escuchando. Me quedo parada un momento mientras observo lo llamativo del vehículo, de hecho ese tipo de automóviles no se vienen a parar aquí. 

>Seguro se confundieron<

-¿Qué haces parada?-Me pregunta Camila- Corre es tu cliente...

Y cierto... aquellos eran mis futuros clientes y futuros problemas. 

мιℓ ησмвяєѕ αzмαяιєDonde viven las historias. Descúbrelo ahora