Amor a un escenario; nalu

» CAPITULO DIEZ

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La puerta de la habitación más cercana fue abierta de golpee dejándonos pasar sin caernos milagrosamente.

Natsu besaba mi cuello con pudor mientras yo dejaba salir suspiros agitados de mi garganta. Mis piernas caminaron directo a la cama llevándolo a él conmigo, de un tirón lo avente a la misma cayendo encima de él.

— Natsu... – comencé a besar su cuello dejándole pequeñas marcas al rededor y bajar hasta sus clavículas. Levante su camisa con mis dedos rozando un poco con su piel.

— Lucy... – suspiro tomando mi trasero con sus manos, y al igual que yo levanto mi camiseta para quitármela.

Baje mi cadera rozando con su entrepierna haciendo que él soltara una vez mas un pequeño gruñido, sonriendo de lado por mi victoria, regrese a sus labios. Lo estaba disfrutando, y él besaba increíble, no quería soltar sus labios por nada.

Pase mis labios por su barbilla y lambiendo todo su cuello hasta llegar a su oreja y volver a bajar a su abdomen.

Desabroche sus pantalones, mire hacia arriba y sus ojos se nublaron.

De un momento a otro él estaba encima de mi; con un movimiento ágil.

Repartió besos por mi cuello hasta bajar a mi pecho. Pasó una de sus manos por mis pechos comenzado a masajearlos; solté un gemido bajo y me avergoncé.

— Me gusto como sonó eso – mencionó.

Beso encima del sostén y mordí mi labio inferior con suavidad. Demonios que lo hacía bien. Mi cuerpo tembló cuando sentí sus manos abrir el botón de mis pantalones y una mano tocar mi cintura.

Si no me detenía ahora lo haría con un borrachos y mañana no recordaría nada.

Empuje su cuerpo a un lado y me subí arriba de él; pase mis manos por el bolsillo de su pantalón sacando mi celular.

— Eres muy hermosa, Lucy – murmuró. Y por un momento pensé que no había tomado ni una pizca de licor. Sonreí tristemente y baje hasta su oído.

— Espero que lo hayas disfrutado – Susurre dejando un ultimo beso largo en sus labios para levantarme.

Su rostro se veía confundido, muy lindo en realidad. Cerré mis pantalones metiendo primero el celular en ellos y recogí mi blusa para pasarla sobre mi cabeza poniéndome  — Eso decía tu canción – me apoye en la puerta dejando entrar un poco de luz.

Sus facciones confundidas no desaparecía de su linda cara. Sin tener, o más bien esperar, una contestación salí de la habitación cerrando la puerta tras de mi.

Toque mis labios con mis dedos cerrando los ojos — Demonios – me recargue en la pared soltando aire — Realmente me mataras algún día.

Negué con la cabeza en todo el transcurso hacia abajo; una vez en la sala mire a un Gajeel dormido y a un Gray tirado. No me sorprendía de esos idiotas estar así por un partido de fútbol americano.

Tome mi celular, mire por ultima vez a mis nuevos amigos y deje salir un suspiro un tanto sonoro, un sueño terrible despertó en mi aún después de lo apasionante que había sido momentos atrás; sentí que iba a desmayarme en cualquier momento del cansancio.

Rápidamente marque el número de Levy para informarle que su tonto novio estaba desmayado, borracho y estupido en la sala de mi amigo y hace momentos amante.

Ella comprendió mientras colgaba, comencé a buscar el teléfono de un inconsciente Gray; me dio miedo tomar su celular por alguna extraña razón. Mire los primeros dos números encontrando el de Juvia como su primer contacto importante.