» CAPITULO DOCE

4.3K 340 74
                                    

» CAPITULO DOCE


— ¡Ya llegué! – grito alegremente mientras subía las escaleras — ¡No sabrás lo que compre, es algo que te gustara, ya veras! – entró por la puerta felizmente para sentarse en mi cama — ¡Traje tu comida favorita! Pollo agridulce y arroz – extendió uno de los platillos de plástico frente de mi.

Lo mire, y él me miro, pero a diferencia el me entregaba una enorme sonrisa sincera mientras yo le entregaba nada.

— ¿Que pasa? – pregunté extrañado.

— Nada... – Tome el platillo entre mis manos encontrándome con lo prometido, sonreí un poco para después borrar la sonrisa de mi rostro.

— ¿Que sucede? – preguntó mas serio que antes.

— Dime... – tome con mas fuerza el platillo que estaba en mis manos, me odiaría a mi misma por decir aquellas palabras, no estaba segura de querer escuchar aquellas palabras salir de sus labios. Tal vez solo estaba jugando conmigo cuando dijo que me enamoraría, tal vez solo estaba mas borracho de lo que pensaba cuando nos besamos. ¿Que clase de persona es? — ¿Que somos? – saque de golpe.

Natsu se sorprendió por mi pregunta, dándose la vuelta para apoyarse en la pared se cruzo de brazos pensando bien en su respuesta — No se que somos, pero somos algo, de eso estoy seguro.

— Entonces, ¿que soy para tí? – se formo un nudo en mi garganta y mis dedos temblaron. No entendía que pasaba conmigo, ni con mi cuerpo, estaba aterrada del mismo sentimiento que estaba haciéndome temblar hasta sentir esa presión en mi pecho.

— Tu eres... – su silencio me aterro. No tenía razones para ser así, al final siempre fui yo la que lo rechazo — ¿Por qué estamos hablando de esto? – su mirada cambio a una más confundida.

— Tienes razón, no deberíamos hablar de esto – Me trague un sollozo — Tienes tanta razón en todo, al final siempre fui yo la que nunca quiso estar cerca de ti – solté un sollozo pequeño y me dispuse a comer.

— Oye – hice caso unísono a su expresión.

— Al final seré yo la que se marche y después de todo nosotros no nos volveremos a hablar, no nos volveremos a ver... no seremos nada – baje la mirada al platillo de mis manos, el cual sostenía con fuerza. Las pequeñas gotas de lagrimas cayeron dentro de la comida.

— ¿De que estas hablando, tonta? – la voz de Natsu se hizo profunda, sosteniendo algo en su garganta. Temeroso, igual que yo.

— ¿¡Que somos!? ¿¡Que se supone que soy para tí!? – levante la mirada furiosa y llorosa, sabia que mi rostro estaba rojo por las lagrimas y el esfuerzo de no llorar fuerte, pero aún así no podía deshacerme de esa fea sensación que crecía en mi — ¡Contéstame! – grite desesperada dejando salir un sollozo audible de mis labios.

Después de un primero ya no podía ocultar los demás, pase mi antebrazo por mi boca tratando de callar mis sollozos los cuales fueron imposibles.

El plato de comida se me fue arrebatado de las manos dejándolo a un lado de la cama. Una de sus manos paso por mi coronilla y la otra mi mano, pegando su frente con la mía lentamente.

Tomando mi mano hacia arriba deposito un beso en ella mientras sus ojos permanecían cerrados.

— Si te sirve de algo – mi mano fue directo a su pecho sorprendiéndome — Mi corazón late así de rápido por ti y solo por ti – Sonrío un poco soltando una pequeña risa — Eso me dice que somos algo.

Su frente se despegó de la mía dejándome ver sus hermosos ojos esmeraldas. Las lagrimas habían parado y mi mano no se alejaba de su pecho. Apretando mi mano contras su camiseta descansé mi cabeza sobre su pecho, su corazón latía rápido y no dudaba de que el mío también lo hacia, estaba tan nerviosa y temerosa, no decíamos nada el uno al otro, solo nos quedamos así por un largo tiempo.

Amor a un escenario; naluDonde viven las historias. Descúbrelo ahora