Amor a un escenario; nalu

» CAPITULO TRECE

» CAPITULO TRECE

•
Mire hacia enfrente de la televisión entrecerrando los ojos. Los programa de televisión no eran lo mío.

— ¿Porque estamos viendo esto? – pregunté cruzándome de brazos.

— ¿Porque es genial? – respondió irónico.

— Mmmh...

— ¿Que pasa? – preguntó.

— No me gusta – Voltee el rostro cruzándome de brazos.

— ¿¡Como no te puede gustar!? – grito insultado

— ¡No me gustan los Zombies! – contestó.

— Que niña eres – arrugo la nariz — Los Zombies son lo de hoy.

Juvia lo miró sería hasta que estalló de risa hasta llorar ante sus palabras tocándose el estomago para soportar la presión que emitía.

— ¡No te rías! Hablo enserio... – grito insultado.

— ¡Debiste ver tu expresión! ¡Fue tan linda! – continuo riendo esta vez más calmada.

— ¡Ya basta de eso! ¡Detente! – ahora él se rió por ver a su chica llorar de risa.

— ¡Es que no puedo! – se hecho en el suelo esperando a que la risa parara. — «Los Zombies son lo de hoy» – imito el movimiento de manos que él uso de una manera vulgar.

Gray río hasta cansarse y hecharle hacia atrás del sillón, con Juvia era diferente a como se comportaba con los demás, la alegría y la locura pasaban por su cabeza cada vez que ella reía o hacia una broma algo estupida. Ella era encantadora y alegre, siempre estaba riendo y sonriéndole con todo su esplendor, y no sabia que seria de él si algún día se separaran.

Sonrío tomándola de la muñeca y acercarla a él, eso hizo que su risa se intensificará por el cambio de expresión de su compañera a una más juguetona.

— ¡No te rías ahora de mi! – le dio un golpe en el hombro acomodándose entre sus piernas — No es divertido – hizo un puchero con sus labios volteando sus ojos hacia otro lado.

— Te vez muy bonita de esta manera – Sonrío para ella. Su cabello estaba en tan coleta desordenada y sus jeans ajustados le hacían lucir las largas y perfectas piernas que tenía, la camiseta azul oscura de manga larga que se ajustaba a su cintura la hacia ver como una pequeña e inocente mujer.

— G-Gray-sama... – a Juvia se le subió el color a la cara marcando su aún mas inocencia.

Los labios de Gray fueron directo a los de su querida novia haciéndola sonrojar. Para las demás parejas era normal besarse, pero para ellos dos eso era desconocido, los besos no eran algo que se daban todo el tiempo y cuando pasaba a ambos se le subían los colores de la impresión.

Separándose soltaron un gran suspiro deseando un poco más el uno del otro, ya que eso era inusual para ambos. Juvia junto sus dos brazos al cuello de su amante mientras en él la sostenía de la cintura apegándola más su cuerpo.

Su respiración era agitada y cada movimiento que hacían era difícil de detener, ambos estaba absorbidos por el momento como cada vez que se besan. Gray paso sus manos por debajo de la camiseta de su querida novia tocando con delicadeza su piel mientras ella jugueteaba con sus cabellos desordenándolos.

Ambos absorbidos por la exitacion de tenerse no se percataron del teléfono sonando a sus espaldas.

— G-Gray el teléfono esta sonando – ignorándola la recostó en el sillón bajo de él para seguir con las caricias a su cintura y espalda. Su compañera saco un liguero gemido que no pudo contener al sentir sus manos subir mas arriba hasta llegar a su sostén.