Hay veces en el que el universo es muy silencioso, como aquella noche en la que todos en mi casa estaban durmiendo. Bueno, excepto por el vecino, pero eso es otro tema. Quiero decir, siento nostalgia por aquellos días en los que no oía aquella voces en mi cabeza, diciendo palabras que ahora no tienen sentido. Y puede que no eran sólo producto de mi cabeza. Y todo el cerebro es un universo, tal vez más grande, y me gusta cuando se calla y me deja pensar por mi cuenta.
Siempre me dijeron que debía contar los días buenos en vez de los malos, pero el número es negativo (bravo, matemáticas, algo sí me enseñasteis). Algún día llegara mi día de suerte, como animaba damon en the universal, y me siento inútil al intentar rendirme. Soy de esas personas que parece que no se esfuerzan pero dentro de sí están odiándose a sí mismas si algo sale mal (aunque con el tiempo se ha ido yendo). Y es por eso por lo que si me rindo, refraudaría a todos los que me quieren y a mi pequeño universo.