Hoy me despierto
con colores apagados.
Intento sonreír, esa
sonrisa torcida
que hace que retroceda
al verme en el espejo.
Lamentos huecos,
lágrimas secas,
brazos hacía el cielo.
Si la solución la tengo yo,
¿por qué no la encuentro?
Por tu culpa me hundo,
me desgarro, y
me lamento por
lo qué me haces hacer.
Oh, tristeza,
déjame ir.
Te lo suplico, cómo pájaro
al viento, cómo flor
al agua.
No veo el mundo
de la misma manera.
Antes me ignorabas,
me dejabas vivir libre.
¿Porqué ahora te
has obsesionado conmigo?
Será por mi pelo seco,
mis gafas desfavorecedoras,
mi piel pálida,
mis manos delgadas
buscando fuerza para escribir.
Me halaga que te resulte atractiva,
pero has dejado
mi corazón hecho pedazos,
los cuales piso cuándo
intento dar el siguiente paso.