Cuán hermosos eran esas horas por las que el cielo se nublaba con tan sólo ver tus ojos cristalizados. Pero, ¿para qué sirve hablar de ello, cuándo tengo incustrado en mi cerebro el egoísta recuerdo de tus lágrimas rodando por tu piel? ¿O el clímax de tus aullidos que cuyos relámpagos acompañaban partían las piedras de la terraza?

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yellow giant
Ngẫu nhiênbienvenidos a las absurdas sátiras dentro de un cráneo. [ c. ]