Caminé por bosque de nieve con filtros trascendentes, buscando ¿una chispa de esperanza? No, eso ya se hecho. Busqué desgastados papeles de pasados residentes, trazando las piedras enrevesadas para caminar sobre ellas.
Y tú, mientras, mandando flores sin nombre y sin amor, de color rojo como el pueblo que se quiso liberar. Debería dar las gracias, pero, ¿qué dijiste sobre no dar nada y recibir todo?
Cartas, cartas de despedida cuando menos te la esperas. Cartas, cartas con los bordes quemados como la comisura de las palabras. Cartas sin nombre más que el tuyo, lázaro.