TODO PASO EN LONDRES

Desaparecida

POV Sasuke
Nunca estuve de acuerdo con la frase quiero que la tierra me trague hasta este momento. ¡Demonios! Debi cerrar la puerta del baño. O simplemente no empezar lo que hice. ¿Por que si quiera me masturbe? Serán los últimos efectos de los brownies espero...pero si no es eso... ¿de verdad pronuncie el nombre de la molestia? Eso...eso no puede ser, no puedo enamorarme de ella...caer en el amor es un maldito, jodido y muy problemático error.
Ya con una toalla atada a la cintura, baje las escaleras por un vaso de agua. Fuera lo que fuera lo que había pasado en el baño (y que Sakura había visto) no se repetiría. Debía calmarme.
La puerta principal se abrió y cerro dejando entrar a una atolondrada pelirosa que no se percató de mi presencia en la cocina. Apenas pasó el portal hacia la habitación cuando se deshizo de su camiseta quedando sólo con un brazier de encaje rojo. Me atragante con el agua que estaba tomando y fue recién cuando se dio cuenta que estaba también presente. Mientras trataba de recuperarme, ella había cogido lo primero que tenía al alcance, que resultó ser una caja de cereal, para usarlo como escudo.
- ¡¿Q-que haces aqui?!
- ¿Por qué te quistaste el polo?
- U-una paloma se cago encima...
Pasaron unos segundos de silencio, que extrañamente yo rompí riéndome como desquiciado. No todos los días una paloma se caga en tu molestia personal y debido a eso ella se quita furiosamente la prenda sucia quedándose en paños menores y cubriéndose con una caja de cereal. Y no todos los días me masturbó pensando en Sakura...dejemoslo en que estaba liberando presión.
- ¡¿Y t-tu de q-que te ries?! ¡De-deberias estar a-avergonzado de no cerrar l-la maldita puerta del baño mientras t-te masturbas!
- Tu que haces de chismosa...- sentí calor en mi cara. Lo dejaría pasar. Claro que estaba apenado por lo que paso en baño.
- ¡No estaba de chismosa! ¡Sólo pasaba por ahí mientras tu prácticamente gritabas mi nombre!
- Tsk, exagerada- mentira. Lo susurraba. Eso es diferente.
Deje el vaso en el lavabo y cerré un cajón que estaba abierto. Tuve toda la intención de regresar al cuarto en el otro piso hasta que sentí algo deslizándose...
- ¡S-sa-Sasuke! ¡E-exhibicionista!
- ¿¡Pero qué...!? ¿¡Cuando...!? (Me recuerda mucho a gray d fairy tail xD?)
Rápidamente voltee de manera que Sakura solos podría ver mi espalda. Y más abajo. Me agaché a recoger la toalla y desengancharla del cajón en el que se había atorado. Al incorporarme, escuche a la pelirosa soltar un suspiro.
- Que buen culo...
Até la tela de nuevo alrededor de mi cuerpo y voltee mirándola entre sorprendido y divertido. No lo había dicho a propósito.
Cuando se dio cuenta que la miraba y cómo, se puso todavía más roja. Escondió su cara detrás de la caja que sostenía enseñando parte de su torso y se quedó quieta.
- Gracias, ya lo sabía.
- Presumido
- Lo que se tiene se presume
- Que tengas buen culo no significa que sea envidiable...
- ¿Envidias mi culo?
- ¿Q-qué?
- Es lo que me diste a entender
- ¿C-cómo llegamos a e-esta conversación?
- Empezaste tu quitándote el polo- sonrei de lado- Hmp, exhibicionista
- ¿Q-qué? Yo no... no fue... ¡no sabía que estabas aquí!
- ¿Sabes que de cierta forma te me estas insinuando?
- ¡Cl-claro que no! ¡En todo caso tu lo hiciste primero al decir mi nombre halla en el baño!
- Tsk...- no se si es que ella esta semi desnuda o de verdad tengo todavía la marihuana en el sistema, pero la entrepierna me comenzó a doler. En realidad desde antes, pero ahora se había intensificado. ¿Y ahora?
Un ruido me distrajo devolviéndome a la realidad. De repente, sentí unos brazos rodearme el cuello, un cuerpo apoyarse en el mío y unos cálidos y ávidos labios a los que no me pude resistir. Respondí bruscamente, dejando que un leve gemido escapara de mi boca al hacerlo. Mis manos bajaron al trasero de Sakura, apretándolo, mientras ella enredaba sus piernas a mis caderas. Cuando nos fue a faltar el aire, nos separamos unos centímetros, jadeando. Sus jade encontraron mis ojos y mantuvieron ahí la mirada. Lucía nublada por la lujuria y de seguro igual estaba la mía.
- ¿Efectos tardíos de los brownies? - le pregunté, susurrando sobre sus labios.
- Definitivamente
Luego, nos perdimos cada uno en el otro en lo que ambos sabíamos de alguna manera era algo más que sólo sexo.