TODO PASO EN LONDRES

Discusiones y ¿celos?

POV Sai

Despues de haber pasado lo que restaba de día en el parque haciendo bosquejos había conseguido relajarme. Ino era libre de hacer lo que quisiera y tirarse encima de la persona que se le antojara. De seguro eran conocidos y no se veían de tiempo, por eso la rubia había actuado de esa manera. Aunque eso me molestaba en lo más profundo sin yo poder entender por qué.

Suspire y abrí la puerta de la casa que compartía con ella con mis llaves. Apenas la cerré unas voces extrañas irrumpieron el usual silencio que siempre reinaba la vivienda. Frunciendo el ceño empece a seguirlas para encontrarme con dos rubios en la cocina hablando animadamente cada uno con un plato vacío enfrente. Al parecer se habían pasado toda la tarde en esa misma habitación pues sus mochilas estaban tiradas en el piso al lado de la mesa. Al parecer no notaron mi presencia. Pues mejor, así no los interrumpía. Los pase de largo y empecé a prepararme un café cargado con la intención de quedarme despierto toda la noche trabajando en un proyecto que no corregirían hasta dentro de varias semanas.

- ¡Sai!

- ....

- ¡Oye!

- ...

- ¿Me escuchas? ¡Sai, te estoy hablando!

- ...

Sí, la ignore. No quería interrumpir su charla, después de todo. Estaba endulzando mi bebida con media cucharada de azucar cuando una mano se posa en mi hombro tirándome ligeramente. Cuando volteo a ver, ahí estaba Ino mirándome fijamente y al parecer algo molesta por mi falta de atención.

- ¿Me estabas ignorando?- dijo, con su voz medio quebrada.

- Si.

- ¿Y por qué, si se puede saber?- cruzándose de brazos, esperó mi respuesta.

- No quería interrumpirlos. – me miró analíticamente, intentando descubrir algo dentro de mis ojos.

- ¿Qué te pasa? Primero no saludas y después simplemente me ignoras. Si estas enfadado no tienes porqué descargarte con nosotros.- dijo ya medio rendida.

Eso último que había dicho me hizo enojar más de lo que me gustaría admitir. Cerré mis ojos un momento y trate de mantener la calma. Cuando los abrí, Ino pareció sorprendida. Sus ojos cambiaron a unos algo más preocupados y su postura se relajo.

- ¿Paso algo, Sai?

- Nada que deba preocuparte– me voltié nuevamente dejando la cucharilla en el lavabo y tomando la taza con una mano me dirigí hacia la puerta de la cocina para poder subir al segundo piso a hacer los deberes, pero fui interrumpido.

- Eh, amigo, no la dejes ahí, ¿no ves que esta preocupada por tí? hum.

- No te metas en lo que no te importa- le susurre lo suficientemente alto como para que me escuchara, únicamente volteando a medias y con un tono muerto. Pareció irritarle mi reacción. Me miro con las cejas fruncidas y se paró.

- Pues fíjate que si me importa, hum. Pídele disculpas por ser un idiota malnacido, hum. (por si no se dieron cuenta –a mi me paso lol xD- en el anime deidara siempre termina una oración con "hum" c:)

- No digo mentiras hum. Digo lo que siento hum- le respondí burlón. El pareció enojarse más.

- ¡Eh! ¡No te burles de mí, hum!

- No sería capaz. – dije ya un poco fuera de mi. No utilizaba demasiado el sarcasmo en mi día a día.

- ¡Suficiente, hum! ¡Hasta aquí llegaste!- Se acercó a mi y me tomo del cuello de la polera. Yo le mire inexpresivamente y procure no derramar mi taza. No sería malo bañarlo de café siguiendo el ejemplo de Sasuke y Sakura, pero no desperdiciaría una bebida perfecta en una situación tan tonta que no terminaba de comprender.