-No puedo con esto.- murmura a la vez que sube por las escaleras de corrido, ignorando a Bruno.
Me giró y me encuentro con los hermanos B, con sus manos entrelazadas, al principio de las escaleras, donde una vez yo estuve sentado. Los dos tienen caras tristes y con ganas de llorar.
Me acerco y pongo en cuclillas a la altura de ellos.
-Papá, ¿ Por que mamá no nos quieres?- pregunta Brianna, subo la vista y veo a Kelly al final de las escaleras.
- Ella los quiere, cariño. ¿Por qué crees que no?- vuelvo mi vista a ellos.
- Porque nunca nos habla, y siempre nos ignora, no es como tú.- dice Bruno.
- Claro que no vamos a ser iguales, yo soy papá y ella es mamá, nunca vamos a ser igual.- les trato de explicar.
-Pero tú estás con nosotros, no todo el tiempo, pero sí cuando puedes, nos hace reír y vas a nuestros cumpleaños.- dice Brianna.
-Ella ha estado ocupada, y llega cansada. Mañana van a ver como ella se va a levantar, les hará desayuno y los despertará con muchos besos.- les digo, alentandolos.
- Lo prometes?- preguntan, al unísono.
-Lo prometo.- les digo.
-¿Por el dedito?- pregunta Brianna, alzando su meñique.
- Por el dedito.- digo entrelazando nuestros dedos.
-¿Puedes dormir con nosotros hoy?- pregunta Bruno, restregandose los ojos.
Vuelvo a mirar hacia donde está Kelly y no la veo, se ha ido.
-No se, campeón. No quiero incomodar o que tu madre se enoje conmigo.- vuelvo a mirarlos.
-Dale, por favor.- Brianna me mira con ojos de cachorrito. ¿Quien puede decirle que no?
-Esta bien, vamos a la habitación de invitados, la cama es más grande y cómoda.- los alzo, y subo en brazos.
Subo las escaleras a paso de tortuga, ya que no es fácil tener a dos niños que pesan lo mismo en hombros. Llegamos al cuarto, abro la puerta con dificultad, al final, Bruno termina a ayudándome, y los lanzo a la cama, haciéndolos rebotar. Ellos se echan para atrás, están cansados.
-Tenemos un pequeño problema. No tengo ropa para dormir- hago una mueca de tristeza.
-Espera.- brinca de la cama Briann, sale corriendo del cuarto.
-¿A donde fue?- le pregunto a Bruno, quien se recarga de sus codos.
Él se encoge de hombros. Claro, y yo me chupo el dedo.
-Eres su hermano gemelo, claro que lo sabes.- me sonríe maliciosamente.
Brianna llega corriendo con ropa en las manos, me la entrega.
-¿Y esto?- pregunto alzando la ropa.
Son un pantalon chandal, unos boxers pegados y una camisa blanca.
-Mamá no usa esos pantalones porque le quedan grandes, la camisa no sé de donde las saca, pero le gusta dormir con ellas, y lo otro, ella los compra y los usa para dormir o estar en la casa.- dice Bruno.
-¿ No que no sabías donde estaba?- enarco una ceja y él se vuelve a encoger de hombros.- ¿No eres de muchas palabras, verdad?- pregunto achicando los ojos.
Él se vuelve a encoger de hombros, digamos que, Bruno no es la persona más comunicativa, mundialmente.
-¿Su madre no se enojará porque yo los use?- les pregunto.
-Estaba dormida, y apenas nos nota. Por lo que no se va a dar cuenta.- me contesta.
-Bien, voy al baño.- digo, abro la puerta y camino por el pasillo hacia el baño.
ESTÁS LEYENDO
Recuerdame.
Short StoryBrandon Walker es un joven, 21, universitario que estudia su bachillerato en Administración de Empresas. En la Universidad lo molestan por vestirse como ñoño, ser un gusano de libros, tener frenos en los dientes y anteojos gigantes. Las chicas lo re...