Capítulo 12

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-No puedo con esto.- murmura a la vez que sube por las escaleras de corrido, ignorando a Bruno.

Me giró y me encuentro con los hermanos B, con sus manos entrelazadas, al principio de las escaleras, donde una vez yo estuve sentado. Los dos tienen caras tristes y con ganas de llorar.

Me acerco y pongo en cuclillas a la altura de ellos.

-Papá, ¿ Por que mamá no nos quieres?- pregunta Brianna, subo la vista y veo a Kelly al final de las escaleras.

- Ella los quiere, cariño. ¿Por qué crees que no?- vuelvo mi vista a ellos.

- Porque nunca nos habla, y siempre nos ignora, no es como tú.- dice Bruno.

- Claro que no vamos a ser iguales, yo soy papá y ella es mamá, nunca vamos a ser igual.- les trato de explicar.

-Pero tú estás con nosotros, no todo el tiempo, pero sí cuando puedes, nos hace reír y vas a nuestros cumpleaños.- dice Brianna.

-Ella ha estado ocupada, y llega cansada. Mañana van a ver como ella se va a levantar, les hará desayuno y los despertará con muchos besos.- les digo, alentandolos.

- Lo prometes?- preguntan, al unísono.

-Lo prometo.- les digo.

-¿Por el dedito?- pregunta Brianna, alzando su meñique.

- Por el dedito.- digo entrelazando nuestros dedos.

-¿Puedes dormir con nosotros hoy?- pregunta Bruno, restregandose los ojos.

Vuelvo a mirar hacia donde está Kelly y no la veo, se ha ido.

-No se, campeón. No quiero incomodar o que tu madre se enoje conmigo.- vuelvo a mirarlos.

-Dale, por favor.- Brianna me mira con ojos de cachorrito. ¿Quien puede decirle que no?

-Esta bien, vamos a la habitación de invitados, la cama es más grande y cómoda.- los alzo, y subo en brazos.

Subo las escaleras a paso de tortuga, ya que no es fácil tener a dos niños que pesan lo mismo en hombros. Llegamos al cuarto, abro la puerta con dificultad, al final, Bruno termina a ayudándome, y los lanzo a la cama, haciéndolos rebotar. Ellos se echan para atrás, están cansados.

-Tenemos un pequeño problema. No tengo ropa para dormir- hago una mueca de tristeza.

-Espera.- brinca de la cama Briann, sale corriendo del cuarto.

-¿A donde fue?- le pregunto a Bruno, quien se recarga de sus codos.

Él se encoge de hombros. Claro, y yo me chupo el dedo.

-Eres su hermano gemelo, claro que lo sabes.- me sonríe maliciosamente.

Brianna llega corriendo con ropa en las manos, me la entrega.

-¿Y esto?- pregunto alzando la ropa.

Son un pantalon chandal, unos boxers pegados y una camisa blanca.

-Mamá no usa esos pantalones porque le quedan grandes, la camisa no sé de donde las saca, pero le gusta dormir con ellas, y lo otro, ella los compra y los usa para dormir o estar en la casa.- dice Bruno.

-¿ No que no sabías donde estaba?- enarco una ceja y él se vuelve a encoger de hombros.- ¿No eres de muchas palabras, verdad?- pregunto achicando los ojos.

Él se vuelve a encoger de hombros, digamos que, Bruno no es la persona más comunicativa, mundialmente.

-¿Su madre no se enojará porque yo los use?- les pregunto.

-Estaba dormida, y apenas nos nota. Por lo que no se va a dar cuenta.- me contesta.

-Bien, voy al baño.- digo, abro la puerta y camino por el pasillo hacia el baño.


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