Capítulo 23

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Punto Narrativo de Kelly:

Mi pulso se afloja y el móvil resbala de mis manos para dar un estruendoso golpe en el suelo.

No. Puede. Ser.

Acaban de dispararle a Brandon. Mi visión se ve interrumpida por las lágrimas acumuladas ansiando salir, el aire se hace más pesado dentro del pecho. Es como si algo no me permitiera respirar. El no puede morirse, esos profundos ojos verde no pueden extingirse, no esos ojos que pueden ver lo más profundo de mi.

Reacciono, camino hacia mi armario y me cambio. Salgo del cuarto y camino hacia el de la nana, toco de manera insistente hasta que abre.

-Necesito que cuides a los niños, tengo que ir al hospital.- le doy un beso en la mejilla y corro escaleras abajo, mientras ella se queda confundida en la puerta.

Agarro las llaves del auto y salgo a toda velocidad.

Corro hacia la recepción, me paro frente a la secretaria y esta me mira con una sonrisa amable.

-¿En qué puedo ayudarla?- me pregunta.

-Si no me equivoco trajeron a un hombre con una herida de bala a este hospital. Se llama Brandon Walker.- contesto.

Busca en la computadora, y luego me mira.

-Está en el quirófano, debe mantenerse en la sala de esperar; nosotros le avisaremos.-

Rendida, nerviosa y ansiosa me alejo y dirijo hacia donde me dijo.

Han pasado alrededor de 9 horas, he ido a la cafetería para desayunar algo, me he tomado un par de vasos de café para no dormirme. Estoy en la sala de espera, hasta que el doctor se decide en salir.

-¿Usted es pariente del joven Walker?- pregunta él.

-Sí, soy su novia. ¿Cómo se encuentra?- pregunto ansiosa.

-La buena noticia es que se ha salvado, que el paciente recibió una bala que perforo un pulmón pero pudimos sacarla, la mala es que al desmayarse cayó al suelo y se dio un golpe muy fuerte en la cabeza y tuvimos para que su cerebro no sufra tanto. Las próximas 72 horas son críticas.- me informa.

Las lágrimas que llevaba acumulando han decidido dejar de ser fuertes, dando paso a la debilidad y caen por mis mejillas.

-¿Cuando puedo verlo?- pregunta con la voz entrecortada, limpio mis mejillas con mi mano.

-Puede ir ahora, su habitación es la 210, tercer piso.- comienza a alejarse.

-Otra pregunta.- digo, haciendo que se detenga y se gire.- ¿Por qué me llamaron a mi y no a sus padres?- pregunto confundida.

-El chico cambio el número en caso de emergencia a última hora.- dice, y se va.

Saco mi teléfono y llamo a los padres de Brandon para darle la noticia, mi mente estaba tan ocupada como para acordarme de llamarles. El numero me lo dio él por si acaso pasaba una emergencia; es mas que obvio que esta es una emergencia.

Punto de vista de Brandon:

Abro los ojos y me encuentro en una estación del tren, llevo jeans azules y una camisa de manga larga blanca, al igual que los zapatos.

-Bienvenido, Brandon.- dice una voz atrás mío, haciéndome sobresaltar.

Me giro y veo a un hombre de color trigueño, sentado en un banco leyendo un libro.

-¿Gracias?-

-Me imagino que ya sabes porque estás aquí.- dice apartando el libro para mirarme.

-Sí, ya tengo una ligera idea.- digo algo triste, agachando mi vista.

Recuerdame.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora