Capítulo 25

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Cuando termina de leer Kelly tiene los ojos llenos de lágrimas, me acerco y me siento a su lado.

-He visto todo lo que ha ocurrido desde que caí en coma, ella de verdad te quiere. Apostaría que siempre lo hizo.- no quito mis ojos de Kelly.

-¿De qué vale ahora? No estoy con ella.- susurro.

-El primero en llegar aquí es el que toma la decisión. Yo he decidido que tú te quedas aqui y yo me voy.-

-Pero, tu...-

-No puedes dejar a tus hijos solos, no puedes dejarlos huérfanos y tampoco puedes alejarte de Kelly ahora que tienen una relación.-

Miro al piso y asiento.

-Ven.- me estrecha la mano y me hala hacia otra puerta.

Estamos de nuevo en la estación del tren. Estoy triste. Tamara me envuelve entre sus brazos y entierro mi cara en su cuello.

-Te voy a extrañar.- susurro, cierro los ojos y dejo caer las lágrimas.

Me aferro más a Tamara con miedo a que se vaya. Dejo salir los sollozos que quería soltar desde que salimos de la habitación de Kelly. Mi pecho se siente apretado, al igual que mi garganta y las lágrimas no dejan de salir. Mi camisa se siente mojada; Tamara está llorando. Nos separamos y juntamos nuestras frentes.

-Recuerda hermanito, somos gemelos y siempre vamos a tener conexión. ¿Te acuerdas de nuestro lema?- me da una sonrisa.

-Aun cuando los mares estén secos, en la tierra no haya oxigeno y nuestros días sean negros, para ti voy a estar por que el destino nos unió para ser hermanos.- decimos al unísono.

-Hasta la próxima.- digo.

-Hasta la próxima.- dice Tamara.

Mi vista se comienza a oscurecer, hasta que al final no veo nada.

Punto Narrativo de Kelly:

He leído la carta y es simplemente hermosa y perfecta. Él me ama y yo lo amo, pero ¿ y si no sobrevive? Me sentiría perdida, corrección, me siento perdida. Leo la carta una y otra vez, y mientras más leo más me convenzo de que quiero pasar el resto de mi vida junto a este a hombre me ha hecho y me hace sentir.

Dicen que cuando besas a la persona que amas sientes mariposas en el estomago, pero nada más verlo siento un cosquilleo en cada célula de mi cuerpo. Él me hace sentir de una manera tan única, la manera en que me mira, como se toma la molestia de abrirme la puerta, cuando se sonroja al hacerle un cumplido o cuando saca ese lado pervertido que me vuelve loca. Dejaría que él me llevara al mismísimo cielo, porque sé que no me dejaría caer.

Estoy frente a la habitación de Brandon, y el doctor frente a mí.

-Quería informarle que el joven Walker está mostrando signos de mejoría. Puede que despierte mucho antes de lo que esperábamos.- dice el doctor.

Comienzo a llorar de felicidad, abrazo al doctor de la euforia que siento.

-Gracias, de verdad, gracias.- dejo de abrazarlo.

-No hay de que, señorita.- dice, para luego retirarse.

Entro en la habitación, esta igual de pálido como lo deje esta mañana. Su pecho vendado, los únicos tubos que están pegados a él son de intravenosa, ya no tiene respirador artificial.

Me acerco y tomo su mano entre las mías, no está fría, ahora están cálidas, como lo estaban antes.

Recuerdame.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora