Julieta: En Secreto.

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La inspiración está llegando poco a poco, así que pido disculpas porque este capitulo es corto y aburrido.   Es mejor algo qué nada, ¿no? Las quiero. Un beso enorme y muchas gracias por sus comentarios que hacen mi días. No olviden comentar y sugerirme una cancíon de amor para el proximos capitulos. De Nate, para Julieta ¡Necesito sugerencias! Dejen el nombre de la cancón que les gustaría ver en el proximo capitulo. NO OLVEN VOTAR EH! BYE y mil disulpas por tardar tanto. 

-       Te amo, tú me amas. No te dejaré ir sin que antes sepas que haría muchas cosas por ti, Nate. Lo demás ya no importa- le di un pequeño beso- ¿Quién quiere hablar? Quiero que me hables con tu cuerpo, hazme el amor, por favor.

El tardo solo un poco en contestarme el beso  pero finalmente lo hiso con esa pasión que me consumía. Deslizaba mi manos por su cuerpo y el por el mío. Había un punto en el que no sabía ni donde comenzaba el ni donde terminaba él.

Mi celular, mi estúpido celular comenzó a sonar justo en la mejor parte. Gruñendo me separe de Nate.

-       No contestes, nena.

-       Tengo que hacerlo. –dije bajando de la cama buscando mi celular. Era mi novio.

Y quizá fue ese golpe de conciencia que sentí lo que me hiso dudar en contestar la llamada. Pero tome un respiro profundo y conteste.

-       Hola –dije sin ánimos.

-       Hola,  mi amor.

-       ¿Qué pasa?

-       Nada, solo quería saber que haces.

-       Cosas –dije cerrando los ojos.-

-       Te veré este noche.

-       No, me ves todos los días en la escuela.

-       Pero Julieta.

-       Por favor, Charles. Necesito un poco de espacio.

-       ¿Estás terminado conmigo?

-       No, no lo estoy haciendo.

-       Estás enojada, mi amor. –dijo más en tono afirmativo que en pregunta-

-       Te veo mañana.

-       Te quiero.

-       Yo también.

Colgué la llamada y me gire a ver a Nate. Mi miraba desde la cama con los ojos entre abiertos. Parecía un poco molesto.

-       ¿Era el niño de tu novio?

-       Si.

Gruño y aventó las almohadas.

-       Cuando estés conmigo te prohíbo que hables con él. No quiero escuchar su nombre, no quiero que pienses en el. Estas conmigo y solo conmigo. ¿Entendiste? – no vi en qué momento Nate se levantó de cama y ahora me tenia sujeta entre la pared y el. – ¿Oíste? –gruñó-

-       No puedes prohibirme nada.

-       ¿por qué no? Acabas de decirme que me amas.

-       El amor no se usa como amenaza –dije molesta-

Nate se  separo de mí y comenzó a caminar en la habitación.

-       Es difícil para mí esto.

-       Lo sé, nena. Lo siento. Pero no quiero que hables con él cuando estás conmigo…¿entiendes? Yo..solo…no quiero que estés conmigo. –dijo pensativo y asombrando como si sus propias palabras fueran irreales. Para mi esas palabras eran una declaración de amor.

-       Tú siempre estás en mi mente.  –el me miro y sonrió pero su sonrisa se borró rápidamente-

-       Tengo que regresar. Ya no puedo estar viviendo mucho tiempo en esta casa.

Nate, se iba. No. No ahora.

-       ¿cómo? –pregunté confundida- Todo esto…entonces…-el me abrazo y me llevo a la cama otra vez-

-       Puedes viajar a verme, puedo viajar a verte. Podemos hablar  todos lo días. Ahora eres mía nena, no puedo dejarte.

-       ¿Lo prometes?

-       Lo prometo.

-       ¿Cómo será nuestra relación?

-       Dijiste que no necesitábamos hablar.

-       Lo necesitamos.

-       Está bien-. –sonrió enseñando sus perfectos dientes-

-       La mantendremos en secreto, por ti. No quiero que sufras, ni tengas problemas. Incluso puedes seguir con ese novio tuyo. –gruñó cuando dijo la palabra novio lo que me hiso reír- pero no quiero que    hagas el amor con él. Tú y tu cuerpo son míos y si el te toca lo mataré.

-       Bien, -reí-

-       Nena –me miro muy serio- esta es una relación peligrosa. Eres una menor de edad y si esto se llega a saber yo quedaría arruinado. Así que tener la relación en secreto será en benefició de los dos.

-       Entiendo –cerré los ojos- Yo tampoco quiero que tu tengas problemas.

-       Lo sé. –me beso- ¡Dios! Eres perfecta.

Reí un poco, Es difícil todo. Estamos engañando a personas y la relación en secreto en lo mejor. Quizá nunca fue lo que soñé pero esto es mucho mejor. Este era el hombre que el destino había puesto para mi y no lo dejaría. El había venido a mi después de tanto tiempo y era la sanación más increíble del mundo. Estar ahora mismo debajo de su cuerpo mientras el me besaba y me tocaba era el cielo.

-Quiero penetrarte –susurró y besó mi cuello—. Quiero estar muy dentro de ti. Seré muy tierno, amor mío. Deja que te dé la vuelta y... Dios mío, eres tan hermosa... —Se situó entre mis muslos abiertos. Tócame, cariño-me dijo-

Tome con mis manos su miembro y lo acaricie disfrutando. Observé a Nate mientras mi manos hacían lo suyo, sus ojos con las pestañas temblorosas y los labios algo separados debido a sus jadeos. Era el hombre más hermoso sobre la faz de la tierra y en estos momentos era solo mío, mío. Mío.

-       Me vuelves loca, loca. –dije jadeando-

-       Tu a mí, nena. Tú a mí. – dijo antes de penetrarme tan lentamente.

Mi pequeña ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora