Capítulo 31

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Ela

Entré a la cocina y me recargue sobre la encimera, me sorprende que no se me haya caído la charola al verle. Él no puede ser el nuevo novio de mi prima.

Pero lo es-dice la voz en mi cabeza que en estos momentos estoy odiando.

Richard parece tan amable, buena persona, agradable, nalgon, guapo y....malditas hormonas. El caso es que él y Gris son completamente diferentes y polos opuestos.

Babas, polos opuestos es lo mismo que diferentes- de nuevo mi subconsciente corrigiendo mis errores con sarcasmo.

Pero, ¿Por qué me preocupo por él? No es nada mío; ni mi hermano, primo, amigo, conocido, novio.....Nada de nada. No tengo que preocuparme por las amistades de mi prima y lo que haga o deje de hacer.

-¡Ela!- mi tía como siempre gritando. Salgo de la cocina y entro a la sala de estar.

-¿Si mi Lady? - respondo.

-¿Podrías comenzar a servir la comida? Recuerda poner un plato más- ¿Un plato más? ¿Además del de Richard? Okey creo que no hay que desobedecer.

-La comida esta servida-anuncio una vez que terminé de servir. Los cuatro pasaron al comedor, se sentaron y quedó un asiento vacío, al cual mi tía vió de una forma rara.

-Ela, querida, ¿y ese asiento vacío?- preguntó extrañada mi tía.

-Es el plato extra que dijo que pusiera

-Ah, me refería al de el novio de Gris-no sé porqué en ese momento me dolieron sus palabras al llamarlo "el novio de Gris".

-Lo siento- dije y me dispuse a recoger el plato extra.

-Ela, puedes retirarte, yo te llamaré para que levantes la mesa-asenti y subí a mi habitación, mejor dicho al ático.

Richard

Mi día como novio de Gris no estuvo tan mal; entramos a la universidad de la mano, la acompañé a casi todas sus clases que eran junto con Lucy exepto arte, su mamá pasó por nosotros asi que tuve que dejar que Lucy se llevara mi auto a la mansión. Al llegar a su casa me llevé una gran sorpresa de quién trabaja como sirvienta; la chica parecida a aquella niña de la que me enamoré de pequeño. Al ver que la señora Trymay la llamó "Ela" algo en mí hizo click, no sabría explicarlo pues fue raro, pero ella al parecer no se sorprendió de volver a verme después de tantos años.

-Entonces ¿para cuando es la boda? -preguntó la señora Trymay mientras comíamos la crema de elote. Me atragante al igual que Gris con ya dicha pregunta.

-Mamá- reprendió Ana a su madre.

-¿No me piensan responder? - dijo haciendo caso amiso a su hija.

-No hemos planeado fecha-habló Gris dandome una ligera patada en la pierna en señal de que le siga la corriente.

-Asi es, queremos conocernos un poco más- dije a lo que la señora asistió y siguió con su comida.

Esta señora esta pasándose, eso de que apenas nos conocemos hace dos un mes y ya quiere que nos casemos si solo llevamos un dia de novios. Esta vieja quiere algo...y creo que es dinero.

-¡Ela! - gritó Lady Trymay al momento en que terminamos de comer. Ela bajó como un rayo por las escaleras y recogió todo en cuestión de minutos.

Estuvimos un rato hablando los cuatro hasta que la señora Trymay nos obligó a Gris y a mí a quedarnos solos pues ella y Ana tenían "algo"qué hacer fuera.

-Entonces...- dije a los pocos minutos de silencio incómodo.

-Entonces...- repitió ella de igual forma- ¿y si pasamos a la sala de estar?

-Claro-nos levantamos del comedor y nos sentamos en el sofá color vino con detalles en dorado que adorna la sala.

-Bien- dijo Gris juntando sus manos sobre sus piernas y haciendo un ruido al chocarlas.

-Bien- respondí igualmente-tu madre....ella...-comencé a hablar.

-Tiene prisa en que nos casemos, lo sé-dijo interrumpiendo.

-Si, ¿a qué se debe? -pregunté.

-Ella tuvo una vida algo extraña y no quiere que nos pase a nosotras

-¿Vida extraña? No te entiendo

-Pues...es algo que tampoco entiendo y no me gusta hablar mucho de ello, lo siento

-No tienes, ¿puedo pasar a tu baño?

-Seguro, en el siguiente piso la última puerta a la izquierda

-Gracias-me levanté y subí.

Al salir del baño me topé con alguien y ambos caímos al suelo.

-Perdon, te ayudo- le ofrecí mi mano cuando yo ya estaba de pié, y fue entonces cuando vi quién era.

-No necesito tu ayuda- Ela rechazó mi mano y se incorporó en pocos segundos.

-¿Ela?

-Si, qué ocurre

-¿Sabes quién soy verdad?

-Claro, eres Richard Adams, el novio de mi prima Gris, su prometido y amado-dijo con un tono muy dulce.

-¿Perdon?- quede impactado por lo que habia dicho.

-Mira, ella te quiere, y mucho

-Pero...¿no te acuerdas de mi?

-¿Dr qué tendría que acordarme? - dijo notoriamente confundida.

-Pues de mí-comencé a cabrearme, no es posible que no se acuerde de mí.

-Mmm...-se lo pensó un momento; cosa que me pareció estaba recordando- no, lo siento, no recuerdo que te haya conocido antes

-Pero, lo hiciste

-No, quizá te confundes con Ela Diane, también es rubia y vive cerca de tu mansión

-No, no te confundí- dije por lo bajo.

-Disculpa, no te escuché

-No dije nada

-Bueno, nos vemos, fue un gusto conocerte pero...me tengo que ir- se despidió y subió al siguiente piso.

-También me encantó conocerte, otra vez- hablé lo mas bajo que pude pero estaba seguro que no me escuchó.

El resto de la noche estuve hablando con Gris de no sé qué porque mi cabeza no dejó de pensar en el encuentro con Ela.

Parecía no acordarse de mí, como si au memoria se hubiera borrado y no la culpo, si yo no hubiera tenido su zapatilla en todos estos años tampoco la recordaría ahora.

¡La zapatilla! ¡Asi me recordará! Es la única forma que creo funcionará y sabra quién soy. Pero, hay que ver si con otra cosa me recuerda...

HOLA!

Perdon por tardar

#La_zapatilla

#Ela

Canción: Ya te perdi la fe-la arrolladora banda el limón

ELADonde viven las historias. Descúbrelo ahora