Cinco

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21:05 --

No podía creer que ya hayan pasado dos horas desde que llegaron, y tampoco podía creer la condición en la que se encontraba, ella estaba borracha, muy borracha, hablando incoherencias y Marlon, un poco entonado por el alcohol, no estaba a su lado, ella se había quedado sola con Luis, y no era algo de su agrado pero no le había quedado de otra, ya que hace algunos minutos atrás Bertha le había dicho a Marlon que le quería mostrar algo en la sala de la planta alta.

Marlon dejó la copa de vino tinto sobre el suelo y volvió a arrimarse sobre el balcón de la terraza de la casa, Bertha observaba el panorama con su copa aun en mano tratando de lucir provocadora e interesante para el hombre que ella mismo había llevado hace unos minutos atrás hacia ese lugar de la casa, con intención de lograr algo más íntimo entre ambos, aun sabiendo que Marlon era un hombre casado y peor aún, que su esposa estaba a tan solo un par de escaleras de distancia.

Ella sabía muy bien cómo seducir a Marlon, al parecer ellos habían sido muy amigos desde la secundaria y se reencontraron cuando ya estaban casados y con hijos, pero a Bertha siempre le había llamado la atención este hombre, y ahora que se había convertido en un reconocido empresario, le gustaba más, tenía que tenerlo para ella una sola vez o al menos intentarlo ya que en su adolescencia no había podido llamar su atención como ella quería, pero ahora no se le escaparía la oportunidad.

- Se ve que amas a Ana. -Comenta Bertha con su segunda intención al descubierto.

- ¡Sí que la amo! -Responde Marlon sin mirarla a los ojos.

- Oh, pues pensé que después de tantos años de casados habrías perdido un poco de amor hacia ella, como suele pasarnos a todos.

- Bueno Bertha, debo reconocer que a veces ella me saca de mis cabales, pero es mi esposa, la madre de mis hijos, no quiero que ellos se queden sin madre.

Bertha se acerca más a Marlon hasta pegar su hombro con el brazo de él, y con voz suave le dice:

- Entonces quizás solo necesites que alguien te levante el ánimo para seguir aguantando.

Marlon enarca una ceja y se voltea para mirar a Bertha a los ojos.

- Quizás, pero nunca he tenido la oportunidad de conocer a alguien que tenga la disposición de hacerlo.

- Me parece una falta de confianza de tu parte... -Ahora Berta se empezó a pegar de frente al cuerpo de Marlon. - Teniéndome aquí como una amiga incondicional, podrías pedírmelo y yo haría lo que sea por ti.

Marlon tragó en seco sin dejar de mirarla a los ojos, se veía realmente atractiva, ella se acercó tanto que casi podía sentir sus latidos del corazón en su pecho, que por cierto iban súper fuertes.

- Pu...pues... ¿Quisieras hacerme el favor? -Contestó él como un adolescente ante su primer beso.

- No lo debes volver a repetir querido. -Bertha puso sus manos alrededor del cuello de Marlon y lo besó. Él estaba dejándose llevar por el momento y colocó sus manos en las caderas de ella.

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Lorena se levantó suavemente dejando a Boris recostado en su propia cama, pues ella quería ir al baño. Al ir al baño ella se da cuenta que le ha llegado su fecha menstrual sin previo aviso y se enoja cuando empieza a sentir un dolor leve en el vientre bajo, se dirige a salir del baño y cuando lo hace se encuentra con Boris despierto a punto de abrir la puerta del baño al mismo tiempo que ella.

- Lore, pensé que me habías dejado.

- No Boris, no haría eso sin despedirme.

-¡Lorenaaa! -Se escucha llamar desde afuera de la habitación.

Al fin MoríDonde viven las historias. Descúbrelo ahora