Nueve

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19:50 --

Suena el cerrojo de la puerta principal de la casa y Ana se sobresalta levantándose inmediatamente de la mesa del comedor desde donde se encontraba revisando su Tablet.

- Buenas noches mamá. -Saludó Lorena tímida y reservada, intentando cerrar muy suavemente la puerta para no hacer ruido.

Ana se sorprendió de ver a Lorena llegar tan tarde, y a su vez agradeció que haya llegado antes que su padre, ya que hubiera sido realmente malo que llegue después de él.

- Buenas noches Lorena... ¿Quién te trajo? ... es un poco peligroso regresar desde tan lejos a estas horas.

- Si mamá, lo sé, pero... el... hermano de una amiga... si, el hermano.... él fue el que se ofreció a traerme hasta acá en su auto. -Comentó dudando.

- Ahhh... bueno, en todo caso ya estás aquí, quieres que te sirva la cena, ya está lista.

- Gracias mamá, pero no tengo hambre, comí hamburguesas, gracias en serio pero no quiero comer.

Ambas hicieron un silencio incómodo. Pronto Ana quiso saber sobre su esposo y pensó que quizás su hija sabía algo.

- Está bien... ehh... ¿has sabido algo de Marlon?

- No mamá, desde el mediodía yo no sé nada.... y no tengo ganas de verlo... me voy a mi recamara mamá, hasta mañana.

- Está bien hija, descansa, hasta mañana.

Ana seguía sentada sin saber cómo reaccionar, su hijo pasaba encerrado en su habitación, su hija llegó con una actitud extraña y su esposo no había mandado ningún mensaje diciendo si vendría o no a cenar. Algo muy poco común estaba sucediendo, o quizás era tan común que era primera vez que ella analizaba cómo todos viven a su alrededor.

21:48 --

- Marlon, ¿sabías que tú me gustabas en la secundaria? -Pregunta Bertha bajo los efectos suaves de las pocas copas de alcohol que había tomado, jugando con sus dedos sobre el pecho de él.

- ¡Nunca se me pasó por la cabeza!, éramos solo amigos, y además a mí me gustaba Silvia... ¿Recuerdas?

- ¡Agh! ¡Claro que la recuerdo! Yo odiaba cómo ella te miraba y movía su largo cabello rubio para sorprenderte. La odié toda la secundaria. -Ella se levantó del costado de Marlon donde se hallaba recostada y empezó a hacer movimientos que parecían una pobre imitación de la tal Silvia.

- Jajaja ¿Yo le gustaba a ella también?

- ¿A qué chica no le gustabas Marlon? Todas quedaban impresionadas con tu cabello reluciente, tu sonrisa perfecta y tus ojos mieles... incluso yo... -Ahora Bertha se recostó sobre Marlon y empezó a acariciarle el cabello acercándose para besarlo, y él correspondió.

Escucharon un ligero sonido por las escaleras, y se soltaron inmediatamente sin hacer ruido, o eso intentaron. Bertha se asomó suavemente gateando por el suelo, y Marlon se escondió tras el bar de licores que había.

- Parece que es mi gato. -Susurró Bertha sonriéndole a Marlon que observaba sigilosamente por encima de la mesada de licores.

- Bueno, ¡realmente me asusté! -Comenta Marlon saliendo de su escondite.

- Parecías un adolescente otra vez Marlon Jajaja, era como aquel día que nos escondimos de la Directora, ¿Recuerdas?

- ¿Cuál de todas las veces?

- La vez cuando regaste el químico inflamable sobre los cuadernos de ese chico que te caía mal, y yo te ayudé a encender el fuego, ¿Recuerdas ahora?

Al fin MoríDonde viven las historias. Descúbrelo ahora