NO ME MIRES

Capítulo 33

Mason.

Han pasado 2 meses desde que Jessica se quedó profundamente dormida, aún no despierta y eso está matándome, me desespera el simple hecho de que no abra los ojos. Ahora entiendo cuando James me dijo que el abismo llama al abismo, que si yo hacía algo malo como matarlo, él me lo devolvería, pero no pensé que se desquitaría haciendo que Jessica no despierte, aunque hasta ahora no entiendo cómo lo hizo sin que me diera cuenta.

Si no fuera porque se mueve de vez en cuando podría pensar que está muerta , su piel está más pálida de lo normal, sus labios, esos labios que tanto me gusta besar, ya no son rojos sino morados, su piel está helada; ya sé que ella ya es fría por naturaleza pero por alguna razón ahora la siento más gélida.

La extraño tanto, extraño su risa, sus ojos, el olor de su cabello, su sonrisa, extraño que me bese..., extraño su cuerpo, sé que ella está aquí físicamente, pero es como si estuviera muerta. Susurra mi nombre de vez en cuando pero eso ya no me ayuda; ni siquiera me ayuda el hecho de besar sus labios de vez en cuando, necesito que ella me devuelva el beso, que ella me abraze, que me chupe...

-Mason.-Kathija interrumpe mis pensamientos.

Me vuelvo hacia ella, tiene mi teléfono en la mano, inmediatamente pongo la mano en mi bolsillo ya que se supone que debería estar ahí.

-Lo dejaste en la cocina.-me lo tiende y yo lo recibo.

-Gracias.

-Jonathan está en la línea.

Pongo los ojos en blanco, en serio este tipo no me cae nada bien, ha estado llamando a Jessica cada día para saber si ya despertó. Pongo el móvil en mi oreja.

-Jonathan.

-¿Ella está bien?-es lo primero que me pregunta.

-Sí. Pero aún no despierta.

-Necesito verla...

Frunzo el ceño y le cuelgo ¿Es en serio? ¿Me dice a mí, a su novio, que necesita verla? ¿Acaso cree que yo estoy bien?

Me siento en el mismo banco de siempre junto a la cama sobre la que Jessica reposa, tomo su mano y la beso como siempre lo hago.

Jessica se quedará en Rusia hasta que despierte por dos razones. Uno, porque no quiero que ni Jonathan ni nadie la moleste al ver que está tan vulnerable y dos porque no puedo cuidarla todo el tiempo, por más que quiera debo salir de Rusia a otros países por trabajo, no pienso dejar de trabajar, quiero que cuando Jessica despierte tenga todos los lujos que estoy acostumbrado a darle; y ya que posiblemente no este aquí cuando despierte necesito que alguien este al pendiente y este caso es Kathija.

En la escuela piensan que ambos estamos tomando cursos, yendo a la escuela aquí y que volveremos en un año, pero a como va esto me parece que necesitaremos más tiempo.

Se preguntarán qué paso entre Kathija y Danniel, pues, siguen juntos, tuvieron una larga plática después de que trajimos a Jessica y parece que la bondadosa de Kathija le creyó todo. Yo no. No confío en él, pero prefiero no meterme.

Mi teléfono comienza a sonar de nuevo, suelto la mano de Jessica para ver de quién se trata, es de mi asistente, desde que Jessica se quedó dormida he pasado mucho tiempo con ella, y a veces no me da tiempo de hacer las cosas del trabajo, así que necesito una; nunca he pensado en dejar de trabajar, quiero que cuando Jessica despierte tenga todos los lujos que quiero quiero darle y que se merece.

-¿Qué sucede?

-Buenas noches, señor DeLaurentis, sé que usted me autorizó ver su correspondencia, pero tengo una carta que me parece personal...