Abrí los ojos y me quedé mirando el techo un rato. Otro día mas en el que vere a Mason y seguro que otro día más con nuevas dudas. Cada vez se acumulaban más. Me había levantado antes de que el despertador sonara así que estuve así un rato más. Hasta que sono. Lo apague con mi mano. Pero creo que me pase de fuerza ya que rompí el despertador, que digo rompí, lo hice trizas. Debe ser por haber comido apenas anoche. Esta noche iré a comparme otro.
« seguro te olvidas» Mason
«lárgate de mi cabeza» le respondi.Me levante de la cama y sí lo vi parado en la puerta de mi habitación.
No es real, tranquila. Mason ya no viene más aquí. Me dije a mi misma mientras cerraba los ojos con fuerza. Cuando los abrí él ya no estaba.Me puse unos vaqueros azules, una camiseta sin mangas, mis botas negras de siempre y una blusa de franela. Me remagué la basta de los vaqueros porque las botas eran más arriba del tobillo y me gustaba llevarlos ahí. Fui a la cocina. Cogí un sandwich, me lo puse en la boca. Cogí mis llaves y me crucé la mochila.
Fui hasta el estacionamiento desencadene mi moto y conduje hasta la escuela.
~
Una vez que llegué encadene mi moto y corro hasta las escaleras de la entrada— con velocidad mundana—Mason estaba de pie junto a la puerta de la entrada y parece que no fui mi imaginación. Tenía la misma ropa con la que lo vi en mi cuarto esta mañana. Subi las escaleras corriendo. Cuando iba a entrar un brazo me jalo. Si fuera mortal la fuerza con la que me había jalado me hubiera roto el brazo. Fue Mason. No dijo nada, sólo arqueo una ceja y me sonrió, no lo había notado hasta ahora pero tenía hoyuelos. Maldita sea eso lo hacía ver más guapo.
Puso su mano en mi espalda y me acompañó hasta mi taquilla. Apreté la correa de mi mochila con fuerza ya que sentía el gran impulso de tirarmele encima y desgraciadamente yo era demasiado impulsiva. Así que apretar la correa me calmaba un poco. Perobde todos modos estaba moderandobla fuerza con la que la apretaba ya que apenas ayer había comido y tenía más fuerza, energía y más velocidad. Ni siquiera sabía de que color estaban mis ojos, no sabía si los tenía rojos o azules. Note que todos me miraban con cara rara, pero no era por mis ojos sino por Mason, aún tenía su mano en mi espalda. Las chicas me miraban como si fuese una cualquiera. Pero no veo porque Mason no es la gran cosa.
Cuando por fin llegué a mi taquilla me sentí más tranquila, Mason abrió la boca para decirme algo pero...
—Jessica...—era Jonathan. Jonathan era mi compañero en física e historia y siempre me estaba pidiendo que le explique o que le pase las respuestas en los exámenes.
Mason se planto delante mío sin dejarme responderme a Jonathan. Obviamente lo empuje a un lado.
—¿Quien rayos te crees?—le pregunté a Mason mientras lo empujaba y vaya que era pesado.
—Hola ¿necesitas algo?—pregunté dirijiendome a Jonathan.
—Jessica, yo...creo que tú...me gustas—no dije nada al instante pero no pude evitar reirme. Sé que no debí hacerlo, pobre Jonathan. Mason se estaba riendo.
—Lo siento. No me interesa nadie por el momento.—Mason me codeo.
—No me importa, ya no me aguanto más.
Jonathan me cogió la cintura con ambas manos y me beso. Hasta creo que sentí su lengua. Hasta que se aparto de mi con mucha fuerza. Mierda Mason. Lo tenía contra la puerta de la taquilla.
—Mason, déjalo.
Él se volvió hacia mi sin soltar a Jonathan. Sus ojos comenzaban a cambiar.
—¿Quieres que volvamos a besarnos?—me preguntó con una sonrisa coqueta pero nada sexy. Era un completo idiota.
—¡Ah, ya me hartaste!—gritó Mason. Quien le lanzó un puñetazo pero empuje a Jonathan a un lado. Lo empuje con tanta fuerza que salió hasta la punta del otro pasillo. Lo empuje porque sabía que con ese golpe Mason podría haberlo desfigurado por completo. Había sacado la puerta se MI taquilla y la había abollado demasiado.
—¿Tienea idea de lo que acabas de hacer?—le grite.
—Perdon yo...
—Mason, esto te ha puesto en riesgo a ti. Y a mi por defender a Jonathan. Al que tal vez ya estarían llevando al hospital por culpa de ese puñetazo.
—¡Perdón!
Salió corriendo pero no sé a dónde. La campana sono y cuando por fin no había nadie en los pasillos comencé a buscarlo.
Lo encontré sentado en el suelo junto a las escaleras. Tenía su camiseta en la boca intentando contener sus gritos. La mordía con fuerza. Demasiada diría yo. Me acerque y me agache junto a él. Le puse su cara entre mis manos y pegue su frente contra la mia.
—Mason. Cálmate. Mírame. Estoy aquí levanto la vista y me miro a los ojos. Soltó su camiseta y me pego a el con fuerza. Parecía que cada vez me quería más pegada pero ya no podía estar más cerca.
—Au...—salió de mis labios. Era mucha fuerza con la que me apretaba. Parecía que quería ronperme en dos.
Me soltó pero me cogió la muñeca.
—¿Que es lo que te ha molestado tanto?—le pregunté.
Él cogió mi mano y la llevó hasta su pecho en donde se supone debía estar su corazón. Cosa que no tiene.
—¿Sientes algo—me preguntó.
—No. No tienes pulso.
—Exacto y sin embargo ahí siento cosas extraordinarias por ti.
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NO ME MIRES
VampirgeschichtenDespués de haber follado con James, y haber asesinado a sus padres en un estado fuera de control por culpa de ese maldito bastardo. Irina de Rusia Romanova Fiodoróvna tiene que huir de Rusia para no volver nunca más. Ya no tiene nada ahí. Una vez...