NO ME MIRES

Capítulo 7

Comencé a correr con todas mis fuerzas. Ambos teníamos mas velocidad que un rayo. Él me adelantaba, luego yo a él. Nos mantuvimos de ese modo hasta que él se paro en seco porque había olido algo. Comenzó a olfatear por todos lados como si fuera un sabueso. Hasta que se sonrió, fue la sonrisa mas maliciosa que haya visto en vida. Y eso es bastante.

—Es una pareja. Turistas obviamente Por la montaña, al norte.

—Pido al muchacho—dije volviendo a correr hacia la montaña, aunque yo salía antes él llegó primero.

Los turistas estaban de espaldas. Tomando  fotografías, tan alegres y llenos de vida. Eso se acabaría. Mis ojos se tornaron de su color natural. Rojo sangre. Es algo que puedo controlar. Pero en este caso fue por la sed. Mason se puso detrás de mi y colocó sus manos en mis caderas.

—¿Lista?

—¿Es una broma, no?—cuestioné riendome. Quite sus manos de mis caderas y ambos nos acercamos despacio. Mason estaba a punto de hablar pero puse mi dedo sobre mis labios para advertirle que se callara.

Como divida tenía aliento somnífero así que solo basto con soplarle la oreja al chico para que cayera como costal de papas al suelo. Mason por su parte le dio una patada en la espalda a la chica haciendo que su columna se rompa en dos partes. La tipo gritó tan fuerte que creo que algunos pájaros salieron volando de ahí.

Mason le clavo los dientes en el cuello, las piernas y las muñecas. Yo hice lo mismo. O negativo. Ese era el tipo de sangre de el muchacho, una delicia total.

Una vez drenados los cuerpos. Sin una sola gota de sangre, Mason levantó la cabeza y sonrió, ya no era sonrisa maliciosa; sino placentera. La sensación de tomar sangre humana es indescriptible.

Él tenía la boca llena de sangre como un niño cuando acaba de comer un plato de fideos. Odio admitirlo pero se veía tierno. Gracias a mi hermano yo he aprendido a beber sangre sin ensuciarme ni un poquito.

—Eso fue divertido ¿verdad?—preguntó poniéndose de pie y limpiandose la boca con su camiseta. Sí se la había quitado. Y sí tiene un excelente cuerpo. Me mordí el labio para evitar seguir viendolo y también me puse de pie.

—Sí. Pobre de ellos, seguro esperaban un final feliz.

—¿Como te sientes?

—¿Como debería sentirme?

—¿Porque siempre contestas mis preguntas con otras preguntas? —comenzaba a acercarse pero yo me alejaba. Estábamos a muchos del suelo y estaba llendo hacia atrás, así que un paso mal dado y caería muchos metros abajo.

Y eso paso, resbale pero Mason cogió mi cintura a tiempo y me atrajo hacia él. Me puse frente a él para alejarme del abismo. Quite sus manos de mi cintura y me aleje un poco. Lo suficiente para mi espacio personal.

—Gracias.

—¿Por salvarte?—rio—Daría hasta mi vida por ti.

¿Que carajos? ¿su vida? ¿porque daría su vida por mí?

—Más tarde sabras porque.

—¿Qué?

¿Acaso había dicho lo que pensaba en voz alta? Mierda.

—No. Sé todo lo que piensas, Jessica.

Parpadee.

—Deja de hablar tonterías y ponte la playera de una vez.—sí, aún tenía el torso desnudo.

—¿Por qué? Eso es muy provocativo para ti ¿verdad?

Puse los ojos en blanco intentado fingir que no me había derretido por dentro.

—Mira, si quieres te la pones. Sino no.

Él sonrió y se puso la playera sucia de sangre.

Me si vuelta y me mordi el labio inferior para evitar gruñir. Corrí lo más rápido que pude pero otra vez él llego antes a las motos. Fuimos a la escuela. Ya era tarde pero igual decidimos ir. Una vez que entramos ya no hablamos más en todo el día. Siempre era así con él. Él y yo y yo y él.