Capítulo 11

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Mason.

-Entonces, Mason...¿Sigues matando gente?-me preguntó el psiquiátra. Sí, voy con uno. ¿Por qué? En toda mi vida, he matado mucha gente ya sea con mis colmillos o con armas. Bueno dije la verdad. Que soy un vampiro, que tengo sed, que soy impulsivo, y estoy algo loco. Obviamente al decir eso me apuntaron de psicópata, al comienzo me internaron en un hospital mental; hice un túnel y me escapaba todas las noches, para alimentarme claro, no es que dieran sangre en el manicomio. Luego vieron que mejoraba y ahora me hacen ir con un psiquiátra una vez a la semana.

-Sí.-noto la mueca de molestia que hace y se retuerce en su asiento-Lo siento, es la verdad. No me gusta mentir.-le dedico una media sonrisa y me recuesto en el asiento.

-¿Matas a gente que te hostiga o que te molesta?-me preguntó sin mirarme. Me mira muy poco, casi siempre está apuntando cosas en su estúpida agenda.

-No.-digo con tranquilidad. Decir cosas macábras absolutamente tranquilo asusta más-Mato a personas que me agradan o a personas que quiera, algunos suplican por su vida; no me dan lástima. No siento nada. La verdad es que ya no lo hago tan seguido. En serio me he tranquilizado bastante en estos meses.

Él suspira y ahora sí me dirirge la mirada.

-Te veo más feliz ultimamente. ¿Haz conocido a alguien?

¿Conocer? sé todo de ella desde hace años, pero le he hablado recientemente.

-Sí.

-¿Crees que a ella no la matarás?

Frunzo el ceño y me quedó callado un rato ¿Matarla? ¿Matar a la chica por la que aunque este muerto me hace sentir más vivo que nunca?

-No.

-¿Estás seguro?

Me senté en el asiento y lo miré de frente. Este tipo estaba comenzando a hartarme.

-¿Mataría usted a alguien que lo hace diferente? ¿Que lo hace ser mejor?-le pregunté clavándole la mirada.

-Dices que ella...¿te hace mejor persona?- preguntó apuntando otra vez en su libreta de porquería.

Es cuando se me viene la imagen de Jessica durmiendo sobre mi pecho, una de mis manos en su trasero y la otra acaricianado su espalda y su cabello. La chimenea prendida frente a nosotros. Lo sientes. Siente que no quieres que nada ni nadie te separe de persona. Que no quieres que nada le pase. Ahora que por fin la tengo entre mis brazos. No podré dejarla ir. No puedo alejarme de ella porque necesito protegerla. La orden la persigue como los lobos a sus presas. Y si algo le pasara no sé que se sería de mí.

-Sí.

-¿Y crees que por eso no la matarías?

-¡No! ¡No dejaría que nada le pasara!

-De todos modos, Mason. Voy a tener que pedirte que te alejes de ella, de lo contrario tendremos que volver a internarte en el hospital mental...

-¡NO! ¡NO PUEDO ESTAR LEJOS DE ELLA!

-Eres peligroso para ella, incluso voy a sacarte una orden para que no te le acerques a al menos cien metros durante un tiempo, sólo hasta que estemos completamente seguros de que no eres peligroso para ella.

¿Alejarme de Jessica? ¿Después de perseguirla por años? además ¿Yo peligroso para ella? Si este estúpido supiera lo que Jessica es...

Me puse de pie, me acerque hacia él y comencé a reirme.

-¿Crees que voy a dejar que un mundano como tú me aleje de Jessica?-mis ojos se tornaron de su color natural sin mi consentimiento y vi como se le iba el color del rostro.

NO ME MIRESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora