CAPITULO XIV EL MAL TIENE VIDA PROPIA

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Desde el momento en que Leonor subió al carruaje que la llevaría de vuelta a una vida diferente, decidió que desde ese instante no volvería a musitar palabra alguna, guardaría todo dentro de su corazón, y se dedicaría a la vida del claustro y oración, sentía sus emociones como una cascada de dolor, extrañaba mucho a Guillermo, pero sentía una gran ilusión porque el tiempo que le faltaba para cumplir su mayoría de edad él la esperaría. 

26 de agosto de 1904

Querida Toya, siento escribir hasta este momento, pero aquí todo es muy estricto y no me permiten hacerlo con frecuencia, es la primera que me autoriza la Madre Superiora, después de haber prácticamente confiscado mis cartas anteriores, me ha dicho que la comunicación con la familia o amigos es un terrible lazo con lo mundano, y que es la primera prueba para una novicia, que muy posiblemente será religiosa de la orden.

El lugar, bueno que te puedo decir, es muy hermoso, el convento se encuentra ubicado entre la cordillera, diseñado para que nadie que no conozca la ruta siquiera pueda encontrarlo.  Es una casa muy bonita, toda elaborada en madera, tenemos un comedor enorme, la capilla, el huerto, la sala de confesiones donde nos comunicamos con el sacerdote solo por una pequeña ventana con celosía, donde apenas se escuchan las palabras, extraño a mi buen amigo el padre del pueblo. 

Me ha sido muy difícil estar aquí Nana, porque además de prohibirme la comunicación con ustedes, pues también he tenido que adaptarme a largas jornadas de ayuno, también el frio de las noches pues las novicias solo podemos utilizar como cubierta una frazada muy muy delgada, la austeridad es primero. Ni olvidar las extensas oraciones,  lecturas y estudios bíblicos, incluso por las noches o las madrugadas.

Extraño muchísimo la finca, los huertos y viñedos, aquí he tenido hasta que aprender a cultivar, pues otro principio es que un humano debe trabajar si desea alimentarse, si pudieran verme, solo espero que llegada la cosecha si de frutos, jaja,

Lo que más ruego en mis oraciones es tener paciencia, y adaptarme a esta vida, que el tiempo pase muy pronto, y pueda decidir sobre mi vida, Nana te lo ruego necesito que busques a Guillermo, le digas que lo quiero y que cuento los días, para el momento de poder salir de este lugar y casarnos, dile que su recuerdo me acompaña a diario, no existe un momento que yo no lo piense y extrañe, pero dile por favor que no me olvide, que yo si cumpliré nuestra promesa.

Hoy me siento muy triste, y desesperada, mi corazón late con fuerza desde que me desperté, como cuando van a darte una terrible noticia, deben ser tonterías, seguro, algunas veces tanto silencio también aturde la mente.

Solo soy una niña con mis recuerdos, y mis deseos de tener un futuro feliz, una niña que por las noches llora extrañando a la que ha conocido como su familia, y más aún, una niña que solloza como una mujer enamorada, y que ansía con tanta desesperación ver nuevamente a su amor. 

Te quiero mucho, los extraño, recibe abrazos y todo mi cariño, te lo ruego no dejes de darle mi mensaje a Guillermo, y aunque creo Camilo ya no me quiere tanto dile que yo si a él, porque ha sido como mi papá, cuídense.

-      Ay Camilo, me duele tanto lo que dices, mi niña está muy triste, tenemos que hacer algo.

EL ALMA QUE ACOMPAÑA A LA MUERTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora