CAPITULO LXXXI INICIA EL FIN

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Minerva aún no se reponía de la larga y fatigada semana que pasó arreglando el traspaso de la Hacienda que le quitó a Victoriano Moreira, organizar nuevamente a los trabajadores e inventariar con el Juez lo que había en la propiedad.

Se encontraba acostada en el cuarto de visitas que Allan Morales le había dado, contracitorio pero cierto, ya no sabía hasta que punto era nobleza y cuanto era un granito de arena para hundirla, ya era difícil saberlo.

Un fuerte golpe en la puerta principal la sacó de sus pensamientos, se asomó rápidamente por la ventana, era el Jefe de la Policia, el mismo que la acompañó a la Hacienda Esther días antes, acompañado de dos sargentos más.

Allan abrió la puerta con prontitud

-          Buen día abogado, es un gusto verlo de nuevo, viene esto del Juzgado, es una orden de detención

-          Detención? Contra quien?

-          La señora Minerva Arriola, sabemos que está hospedada aquí, y el Juez ha ordenado su detención para investigación

-          De qué la acusan

-          De asesinato brutal contra un hombre, y expropiación forzosa de una propiedad adquirida pacíficamente, debe ser puesta hoy mismo ante el Juez competente para que rinda su primera declaración, usted conoce de sobra los procedimientos Abogado

-          Claro, permítame, iré a avisarle para que empaque lo necesario y escoltarla al Juzgado, si quiere pasen a la sala mientras, no demoramos

-          Gracias,  muy amable

Con toda rapidez Morales subió por las escaleras hasta donde Minerva descansaba

-          lo siento Minerva, no quería fuera de está forma, pusieron una demanda pública en tu contra por la muerte de Sergio Milan, y por haber despojado a Victoriano de la hacienda, debes presentarte ya mismo al Juzgado

-          lo primero ya lo sabía, pero lo segundo no

-          descuida eso tiene fácil arreglo, es venganza pero no podrá recuperarlo, ya tengo todo en orden, inscrito y registrado, no puede tocar nada de esa propiedad, es de tus nietas

-          y lo primero

-          se abrirá un juicio, con un citatorio público de todos aquellos que tengan argumentos para declarar deberán hacerlo

EL ALMA QUE ACOMPAÑA A LA MUERTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora