¿QUE ESTOY QUE?- CAP 4

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KATNISS POV

Despierto con el sonido de la puerta de mi celda abriéndose, trato de seguir durmiendo pero alguien me patea en el estomago y yo solo gimo de dolor.

- Arribe Everdeen, estuviste inconsciente una semana, suficiente, LEVANTATE!!!- me grita mientras me sigue pateando.

Empiezo a ponerme de pie pero término cayendo al suelo, me duele todo el cuerpo por la descarga eléctrica, y no haberme movido por una semana no es de mucha ayuda. Después de tres intentos fallidos el agente de la paz me levanta del suelo jalándome del cabello y me arrastra hasta una puerta grande blanca, no tenía que entrar para saber que ahí estaba Snow lo podía oler y por alguna extraña razón me dieron ganas de vomitar.

Me sorprende que no sea puro hueso, es decir me pase una semana entera sin comer ni beber una sola gota de agua y parece que he aumentado de peso. No tiene sentido.

Abre la puerta y ahí está el hombre que más desprecio en todo el mundo, sentado en su escritorio, con una sonrisa malvada y una perfecta rosa blanca en su traje.

- Buenos días Señorita Everde, perdón Mellark- me dice mientras me indica que me siente.

- Por qué me llamo?- voy directo al grano mientras me siento y el agente de la paz nos deja solos.

- Quería hacerle una propuesta.

- Qué clase de propuesta?- le digo controlando las ganas de vomitar.

- Que haga una entrevista pidiendo un alto al fuego- tras esa noticia ya no controlo las ganas de vomitar, y vomito sobre toda su alfombra roja, sonrió para mis adentros.

- No lo hare- le digo mientras lo volteo a ver y me mira con una mirada de superioridad.

- Trae a dos agentes de la paz- dice por un intercomunicador sin poner atención a mi respuesta.

- No lo hare, respuesta final.- le digo mientras oigo como abren la puerta.

- Veremos si cambia de opinión después de su vista- me dice antes de que los agentes de la paz me arrastren fuera de su oficina.

Caminamos por muchos pasillos y bajamos y subimos muchas escaleras hasta que llegamos a otra oficina pero más simple, abren la puerta y me encuentro con un hombre como de 40 años, lentes, cabello castaño y ojos verdes, trae una bata que supongo ha de ser de médico. Se acerca a mí y me ofrece su mano:

- Mucho gusto Katniss, soy el Dr. Sebastián-me dice mientras me sacude la mano.

- Mucho gusto- le digo con la cabeza en alto no dejare que me vean débil ante cualquier persona del Capitolio.

- El Presidente Snow ha requerido unos analices de sangre- le dicen los agentes de la paz mientras que me sientan en lo que parece ser una camilla.

- De acuerdo, no tardare más de 5 minutos.- dice mientras les cierra la puerta y se acerca a unos de sus cajones y saca una jeringa vacía.

- Que va a hacerme?- le pregunto tratando de sonar valiente pero termina saliendo con susurro lleno de miedo, trato de recuperar la compostura pero al verlo a los ojos no me encuentro con odio, envidia y superioridad, sino es que me encuentro con unos ojos llenos de cariño, amabilidad y empatía. Pueden pensar que estoy loca pero puedes decir mucho de una persona con solo verlo a los ojos.

- Tranquila Katniss no te hare daño, solo voy a sacarte sangre.- me dice mientras extiende mi brazo y saca un tuno lleno de mi sangre- Listo, ves que no pasó nada- yo solo asiento.

Los agentes de la paz llegan y me toman de los brazos para regresarme a la oficina de Snow, espero como por 10 minutos, hasta que llega Snow con un sobre en las manos, tengo una extraña sensación en el estómago que en ese sobre esta mi destino, se sienta enfrente de mí, parece que para molestarme abre el sobre con extrema lentitud, lo lee y al terminar tiene una sonrisa de superioridad, mientras yo trato de no bajar mis barreras y defensas.

- Bueno Señorita Everdeen le tengo malas noticias, aunque buenas para mí- me dice.

- Qué?- le digo mientras siento como mis manos se empiezan a llenar de sudor.

- Está embarazada Señorita Everdeen- al escuchar esas 2 palabras escapan de su boca todas mis defensas se destruyen he inmediatamente me paro y lo veo directo a los ojos, me siento como si fuera una cebra y el un león, pero eso no me gusta así que rápidamente enderezo la espalda y levanto la cabeza desafiándolo con los ojos.

- Cuantas semanas?- pregunto y sonrió por dentro al ver como su cara cambia al ver que no le tengo miedo, bueno al menos no lo demuestro.

- Tiene 6 semanas- rápidamente hago cuentas y me doy cuenta que fue el día del anuncio del Vasallaje cuando corrí a la casa de Peeta por consuelo y terminamos en la cama.

- Ahora que hará conmigo?- le pregunto ya que no sé qué pasara desde aquí.

- Hará una entrevista- me dice.

- No la hare- le digo pero puedo ver como sonríe.

- La hará, sino yo mismo sacare ese niño de sus entrañas- sé que me acabo de enterar hace unos segundos, pero ya le tengo cariño a mi bebe, mi bebe mío y de Peeta, además Peeta estaría devastado si lo perdiera y sé que yo mucho peor.

- Lo hare- pienso en mis condiciones y recuerdo como vi a Johanna y a Annie en sus celdas camino al consultorio, tengo que asegurarme que no las toque- pero no tacara a Johanna ni a Annie, y mucho menos a mi bebe.

- De acuerdo, llévenla con su equipo de preparación- los agentes de la paz me sacan de ahí.

Me llevan por varios pasillos, hasta que llegamos a una puerta color crema, la abren y me encuentro con una persona que creí que no volvería a ver en mi vida, una tan querida y apreciada, que me dio su apoyo incondicional:

- ¿Cinna?


Katniss en el Capitolio ¿Embarazada?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora