Después de todo lo que había pasado, ya no era lo mismo en el colegio. Obviamente no me atrevía a mirar a la cara a Adam y pedí a Peter y George que no se me acercaran, menos a esas traidores de Lucy y Angie.
Pasaron dos semanas más y mis padres habían regrasado de su viaje, pero no me atreví a contarles nada de lo ocurrido.
Una mañana me encontraba en el gimnasio del Instituto. Ensayaba unas porras para el partido de fútbol; ahí estaba Adam. Me miraba, creo que aún le sigo gustando.
Angie y Lucy ahora estaban de novias con Peter y George; Adam se había conseguido a Melly, una de mis porristas y yo seguía sola.
Después del partido de fútbol haber comenzado, ya habíamos hecho cuatro coreografías. Adam anotó un punto, quedan amnos equipos empatados.
El Entrenador Linch había dicho que hagamos otra coreografía; me sentía muy cansada, no me quedaban casi fuerzas. Empezamos a animar cuando de repente empece a ver todo borroso, sentí que caia, olvidé todo lo que hacía y no supe más de mi.
• • •
Abrí los ojos, sé por el color palido de las paredes y el olor a desinfectante que me encuentro en la enfermeria. Junto a mi estaba Jenny, ella me miraba, había estado llorando.
— ¿Qué me pasó?— le pregunté.
— Te desmayaste en pleno juego— me dijo con tristeza.
— ¿Y por qué lloras?
— Creí que nunca te pasaría, pero pasó...
— ¿Qué pasa conmigo?— dije seria.
— Estás... Esperando un hijo, Amber.
— ¡¿Que?! ¡Eso es imposible!
— Lo hecho, hecho está.
— ¡No puedo tener a está cosa o lo que sea!
— Lo vas a tener, debes pagar la consecuencia de tus actos.
— ¿Qué pasará si mis padres se enteran, crees que viva? ¡No! ¡Me matan!
— Olvídate de ellos y cría a tu bebé.
— Jamas dejaría mi dinero, ni mi mansión por un estúpido bebé.
Narra Jenny
Me dolió escuchar esa frase: “Estúpido bebé”. De verdad no sabe lo que dice, pero no voy a dejar que cometa una locura.
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La Hija de un Millonario
Teen FictionAmber Roose es una chica de diecisiete años con una familia de grandes privilegios, pero como toda joven que abusa de lo que tiene, los infortunios pueden interponerse en su camino.