Después de habernos conocido y charlado constantemente durante dos semanas, Ryan me invitó a ver una pelicula, cortésmente acepté. Me pasó a recojer a mi casa y fuimos al cine.
Luego de ver la película, me invitó un café. Senti que ibamos muy rápido y aún Ryan no sabía lo de mi bebé.
Ryan me llevó a su casa. Ya estaba asustada, me llegaron miles de pensamientos indebidos ¡Pero no! No voy a dejarme llevar.
Entramos a su casa y no había nadie, lo que le dio oportunidad de besarme:
— Ryan— dije apartandolo de mi cuerpo—. No puedo hacer esto contigo.
— ¿Crees que vamos muy rápido?
— ¡Sí! Y no puedo estar contigo.
— ¿Qué? ¿Cómo que no? ¿Acaso algo te lo impide?
Al escuchar esa pregunta, sentí que ya era momento de contarle la verdad.
— Estoy... Embarazada— la dije asustada, él rió.
— No me mientas y dime la verdad.
— No te estoy mintiendo, digo la verdad.
— Entonces, ¿Por qué no me lo habías dicho antes?
— Pense que te ibas a alejar de mi, como lo hicieron todos a excepción de Jenny.
— ¿De quién a el bebé?— preguntó embrabecido.
— Eso no importa, me tiene a mi— le contesté rápidamente.
— Puedes confiar en mi, dime—brindandome una de sus hermosas sonrisas.
— Es Adam, él era mi novio.
— ¿Adam O'brien? ¿El capitán de fútbol del colegio?
— Sí, es él— le contesté.
— ¿Y qué pasa paraj que digas que no tiene padre?
— Adam lo negó, dijo que no es de suyo.
— No te preocupes— contestó sonriendo mientras se acercaba a mi y acariciaba mi mejilla—, para eso estoy yo aqui— me atrapó en un suave, pero fuerte abrazo.
Al principio no entendí lo que quiso decir con aquellas palabras. Lo entendí todo luego del abrazo; él quiere declarar a mi bebé como suyo.
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La Hija de un Millonario
Teen FictionAmber Roose es una chica de diecisiete años con una familia de grandes privilegios, pero como toda joven que abusa de lo que tiene, los infortunios pueden interponerse en su camino.