Luego de pasar una grandiosa mañana con mi hermano Dereck, fui a casa acompañada por él. Ya se encontraba el padre de Adam allí, no sé veía nada bien y mucho menos Adam.
Dereck y Adam, que ya se conocían desde hace unos años, se fueron a la cancha a jugar basketball, según Dereck para "hablar como hombres", en lo que yo, al quedarme sola me volví a casa de Jenny, una enfermera aprendería a las necesidades del director.
- Amber, ya quería que vinieras- dice Jenny abriendo la puerta-, pasa.
- Quiero contarte algo- dije emocionada.
- Ya lo sé.
- ¿Cómo?- pregunté confundida.
- Ven entra.
Ryan estaba en la casa de Jenny, a la verdad no sé que hacía allí, parecía que me estuviera esperando.
- Ya era hora de que llegaras- me dice Ryan.
- ¿Qué haces aquí?- le pregunto.
- Pues, tu amiga que te lo dirá.
- No pienses nada malo, ¿eh, Amber?- empieza Jenny-. Ryan sólo vino a pedirme que lo ayudara a cómo decirte algo.
- ¿Es sobre la sorpresa que mencionaste?- Ryan asintió-. Entonces ya dejen el misterio y díganme qué es.
- Ryan, empieza- le dice Jenny, obligándole a levantarse del sofá.
- Es que... bueno- balbuseó nervioso tomando mis manos, acariciandolas como suele hacer-. Amber quiero que te vengas a vivir conmigo. Pero no ahora, cuando tu bebé este un poco más grande, y cuando termines tu carrera universitaria, y...- lo interrumpo.
- Aun sigo sin entender- solté una risita nerviosa.
- Amber Roose- dijo mientras se arrodillaba frente a mi, sacando un hermoso anillo de su bolsillo-. ¿Te quieres casar conmigo?
Estaba en shock, no sabía que decir; sólo pensé que ibamos muy rápido, apenas el día anterior me había pedido que fuera su novia y ya se quería casar conmigo. Lo miré detenidamente, estaba ahí esperando mi respuesta.
- ¿Amber?- habló Ryan sacandome de mi pensamientos.
- Perdón, Ryan- dije sin soltar su mano-, es que, aún no sé qué responder.
- ¿No te quieres casar conmigo?- me pregunta en tono triste.
- Sí, pero- le ayudó a ponerse de pie-, ¿No crees que vamos muy rápido con esto? Apenas ayer me pediste ser tu novia.
- Eso crees- se rie burlón-. Sólo estaremos comprometidos, tontita.
- Entiendo.
- ¿Y ahora qué dices?- le sonrio.
- Acepto- dije antes de darle un corto beso.
Creo que al estar comprometida o llegará a casarme con él, me ayudará a salir a adelante con mi bebé.
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La Hija de un Millonario
Teen FictionAmber Roose es una chica de diecisiete años con una familia de grandes privilegios, pero como toda joven que abusa de lo que tiene, los infortunios pueden interponerse en su camino.