Capítulo 14: El Segundo Nieto del Director

2.5K 132 4
                                    

Era sabado en la mañana, aún no me acostumbraba a vivir en esa casa pero la conocía perfectamente. Estaba en la sala, sola; no sé en donde estaba Adam ni el Director, así que me dispuse a leer un libro.

Tengo mucha hambre, así que fui a la cocina a prepararme algo de comer. El teléfono comenzó a sonar en la sala y como nadie estaba para atenderlo, me dispuse a hacerlo.

— Buenos días.

— ¿Amber? ¿Eres tú?— preguntó aquella persona.

— ¿Quién habla?

— Melly.

— ¿Melly? Oh, cierto. Eres novia de Adam.

— No gracias, te lo regalo.

— Adam no me interesa, Melly.

— Claro, por imbecil— pausó un momento y luego suspiró—. Nos usó a las dos.

— Sí, ya sé que hizo eso conmigo, pero ¿A que te refieres?

— Nos dejó embarazadas.

No pude creer lo que había dicho, el teléfono se resbaló de mi mano hasta caer al suelo, un jadeo salió de mi boca acompañado de un pequeño grito. Adam y el Director entraron por la puerta del patio y al verme así corriendo para saber lo que pasa.

— ¿Qué sucedió, Amber?— me pregunta el Director asustado.

— Si vas a perder al bebe, mejor...— el Director le echó una mirada asesina para que cerrará la boca o sería él el que moriría.

El director me llevó de vuelta a la sala ordenadole a Adam traerme un vaso con agua, cuando volvió se lo paso de mala gana y el Director me lo entregó, tomé varios sorbos antes de al menos decir unas palabras.

— Habla, hija ¿Qué te puso así?

— No se lo podrá imaginar— le digo casi al borde de las lágrimas, debatiendome si debería decirle o no, pero el mismo derecho que tengo lo tiene Melly—. Usted va a ser abuelo...

— Pero eso ya lo sé, querida Amber.

— De un segundo nieto.

— ¿Qué?— sus ojos se abrieron como platos.

— Adam, él... Resulta que también embarazó a Melly.

El Director al escuchar tal noticia, sujetó su pecho con una expresión adolorida y cayó al suelo; Adam al ver la situación se apresuró a llamar a la ambulancia mientras yo intentaba reanimarlo sin éxito, jamas había visto a Adam tan preocupado.

— ¡Amber! ¿Cómo sabes lo de Melly?— me pregunta Adam agitado y molesto.

— Ella llamó, contesté y me contó.

Parecía que también se iba a desmayar, pero no; hierba mala nunca muere.

La Hija de un Millonario Donde viven las historias. Descúbrelo ahora