Me había despertado, giré mi cuerpo sobre la cama y no encuentro a Adam a mi lado, creo que se ha ido fuera. Me levanto lentamente y voy a mi habitación. Me introduzco al baño, me doy una refrescante ducha y bajo a la cocina, me encuentro con Jenny y Melly ya desayunando.
- ¿Dónde pasaste el fin de semana, Amber?- me pregunta Jenny alzando una ceja.
- Con Adam- ambas soltaron sus cubiertos y me miraron fijamente-, estuvimos investigando lo del tipo ese, ya saben- corto el tema, no quiero hablar mucho de eso que digamos.
- Oh, sí- se ríen ambas de forma cómplice-. He venido para traerte esto, no estabas cuando vine las otras veces, así que toma- me entrega un bolsito de regalo.
En él hay un vestidito color rosa con encajes blancos, se ve tan coquetico, miro a Jenny y la abrazo, me ha echo sacar una enorme sonrisa.
- ¡Gracias amiga!
Me quedo contemplando el hermoso vestidito de Trixie, es un hermoso obsequio y se lo agradezco mucho. Adam entró por la puerta de la cocina saliendo del área trasera, cuando me mira me sonríe y se detiene.
- Amber, me gustaría llevarte hoy a la escuela- me sonríe al pronunciar cada palabra, Melly se puso incómoda-, si no es molestia, claro.
- Lo siento, Adam, pero he acordado en irme caminando con las chicas- le respondo levantándome de la mesa.
- No tenemos problemas en que vayas con Adam- Melly me hace un gesto y se lleva a Jenny con ella.
- Ya escuchaste a tus amigas- Adam me toma de la mano y la acerca a su rostro-, ¿nos vamos?- asiento y me voy con él.
El camino al colegio fue bastante largo, no pronunciamos ni una sola palabra más sólo escuchábamos canciones tristonas en la radio. Por Dios, ¡que incomodidad!
Ya habíamos llegado, salgo del auto y Adam me detiene.
- ¡Amber!- me llama corriendo detrás de mí.
- ¿Qué quieres?- pregunto.
- Quería agradecerte por confiar en mí, darme la oportunidad de acercarme a ti y a mi hija después del papel de idiota que hice. De verdad, te agradezco mucho.
- ¡No hay porqué, Adam!- me sonrojo al escuchar su discurso, algo me llegó a la cabeza en ese momento antes que diera la vuelta para marcharse-. Adam, ¿qué va a pasar con Melly y su hijo?
- He pensado en cubrir todos sus gastos al igual que contigo, no me olvidaré de ninguno, te lo prometo- Adam me mira, no podía creer como le brillan los ojos.
- Es muy lindo lo que estás haciendo- digo antes de abrazarlo y quedamos muy pegados, en seguida me separé de él avergonzada.
Bajé la mirada y él tomó mi mentón con cuidado, haciendo que lo mire directamente a los ojos, estaba muy cerca. Su nariz rozaba con la mia y nuestras respiraciones chocaban.
- Adam, ¿qué...?- se acercó más a mí.
Nuestros labios se rozaron y el seguía mirandome pidiendo permiso, yo solo cerré los ojos y luego sentí como posaba sus labios sobre los mios, uniendonos en un dulce y suave beso. Mis labios se movian al compás de los suyos y rodeé su cuello con mis brazos y el beso se hizo algo más intenso.
Nos separamos por falta de aire, sentía mis mejillas arder, ¿qué acababa de hacer? Ay, pero que tonta. He besado a Adam, el padre de mi hija, y que nisiquiera estamos juntos.
- Adam, no creo que debamos...- él posa su dedo índice en mi boca, haciendo gesto de que haga silencio y depositó luego un cálido y corto beso en mis labios.
- Adiós, Amber- caminó de espaldas mientras me dedicaba una sonrisa, pero al darse la vuelta se encuentra con cierta persona frente a él, Ryan.
- Así que aparte de dormir juntos, se andan besando en el colegio y delante de todo el mundo.
- ¿Cómo sabes que dormimos juntos?- Adam va a encararlo.
- Las cámaras hablan por sí solas- empieza a reír.
- ¿Cámaras? Eres un idiota- Adam le da un puñetazo en el rostro haciendo que Ryan caiga al suelo-. ¡Eres un maldito acosador depravado! ¡¿Cómo te atreves a hacer eso?! No quiero volver a verte en mi casa, ¡nisiquiera cerca de Amber!
- Puedo hacer lo que se me venga en gana- responde aún tirado en el suelo-, no confío es en ti de todas formas.
- Deja tus malditos celos, deja a Amber en paz, ella no te pertenece.
- Eso crees tú- dijo levantándose del suelo luego me mira y luego mira a Adam-, talvez no sabes que Amber y yo estamos comprometidos.
- No lo creo, hace mucho que dejaron de estarlo.
- Te demostraré- Ryan se acercó a mi y tiró de mi muñeca, al no ver el anillo en mí dedo me miró con odio inyectado en sus ojos-. ¿Dónde está el anillo, Amber?
- No podemos seguir con esto, Ryan, lo siento- fue lo único que le pude decir.
- Es por Adam, ¡¿verdad?!- me mira fijo, no entiendo porqué tanto odio.
- No es por eso, Ryan. Ya me he cansado de todo, no puedo seguir con una persona así, este no eres tú.
- No me digas más, Amber, sé que Adam está involucrado en todo esto- se gira hacia él y lo toma del cuello de la camiseta-. Me las vas a pagar, maldito- dijo soltandolo para luego irse.
- ¿Estás bien?- me pregunta Adam sosteniendo mis hombros.
- No podré seguir aquí, dile a tu padre que me iré.
- Yo te llevo, de ahora en adelante no te dejaré sola, lo que dijo ese tipo me tiene intranquilo- Adam me da un beso en la frente y me lleva al auto.
- Gracias- le regalo una diminuta sonrisa.
- Lo hago porque te amo, Amber.
Multimedia: Ryan
Parte de la historia, Créditos a:
Gozzlie
ESTÁS LEYENDO
La Hija de un Millonario
Teen FictionAmber Roose es una chica de diecisiete años con una familia de grandes privilegios, pero como toda joven que abusa de lo que tiene, los infortunios pueden interponerse en su camino.