—¿Estás bien? —pregunté tras abrir el cierre de la casa de campaña. Quería preguntarte qué te molestaba, pero sabía que era demasiado pronto.
A ti no te importó el tiempo que llevábamos conociéndonos. Apoyaste tus mejillas sobre los puños, tus ojos se encontraron con los míos.
—No —pronunciaste con lentitud—. Olvidé el resto de la canción.
No forzaste una sonrisa, pero te reíste de tu suerte.
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Recuerdos de una vida
Short Story¿Cuántas veces has intentado olvidar? Muchas. Para él olvidar era parte de su vida, algo que no podía controlar y había tardado en aprender varias formas para quedarse con un trozo de las cosas más importantes. Vivía sin problemas mayores. Hasta qu...