Me harté de escucharla hablar de ti, sobre todo porque no quería decirme de quién hablaba. Eras él. Vaya nombre menos ingenioso... Carmela no es buena con los nombres, nunca lo ha sido.
Y te hubiera visto feo al encontrarte, quizá mis ojos te hubieran asesinado, pero reconocí tu rostro antes de encontrarme con Carmela.
Sí, tu cara bonita te salvó. ¡Qué tonta!
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Recuerdos de una vida
Conto¿Cuántas veces has intentado olvidar? Muchas. Para él olvidar era parte de su vida, algo que no podía controlar y había tardado en aprender varias formas para quedarse con un trozo de las cosas más importantes. Vivía sin problemas mayores. Hasta qu...