—Te prometería que no volverá a pasar... pero sería mentira.
Quise llorar más fuerte, pero te vi tan perdido, como un niño vagando en la calle en busca de su madre, que por un segundo me hice amiga de la pena. ¿Qué guardabas que pesaba tanto? Quería saber, ¡mierda! ¿Estarías dispuesto a dividir la carga?
Tenías miedo, lo sentía en mi sangre. Por eso te costaba hablar.
ESTÁS LEYENDO
Recuerdos de una vida
Kısa Hikaye¿Cuántas veces has intentado olvidar? Muchas. Para él olvidar era parte de su vida, algo que no podía controlar y había tardado en aprender varias formas para quedarse con un trozo de las cosas más importantes. Vivía sin problemas mayores. Hasta qu...