Un año después.
Una de las veces que fuimos a la ciudad, específicamente al cine, pasamos frente a un café. Con el frío acariciando nuestra piel, decidimos tomar algo caliente. Reímos hasta el mostrador, donde dejaste que pidiera lo que deseara.
—Lo mismo, por favor —dijiste intentando sonar seguro.
Ya sé, no recordabas qué pedías.
Me puse de puntitas y te di un beso en la mejilla.
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Recuerdos de una vida
Short Story¿Cuántas veces has intentado olvidar? Muchas. Para él olvidar era parte de su vida, algo que no podía controlar y había tardado en aprender varias formas para quedarse con un trozo de las cosas más importantes. Vivía sin problemas mayores. Hasta qu...