Era la culpable de un sueño roto, nombres sin recordar, letras mezcladas y acordes que jamás serían dos veces iguales. Por esa enfermedad perdonaste a tu ex, porque no recordabas y no tenías una base para sustentar tus acciones. Eras muy bueno, demasiado.
Sabías el uso de las cosas, pero a veces se te olvidaba el concepto.
Podías estar caminando, pero olvidabas a dónde.
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Recuerdos de una vida
Short Story¿Cuántas veces has intentado olvidar? Muchas. Para él olvidar era parte de su vida, algo que no podía controlar y había tardado en aprender varias formas para quedarse con un trozo de las cosas más importantes. Vivía sin problemas mayores. Hasta qu...