Leo miraba detenidamente el reloj, once de la noche, podía jurar que cada vez las manecillas se movían más lento e incluso parecían ir en reversa, sabía que entre más tiempo se quedaran allí más posibilidades habían de que los descubrieran, pero con Natalie en ese estado no podían ir a ningún lado.
-Raquel... -Musitó -. Gracias por dejarnos pasar la noche aquí y por atender a Natalie.
La mujer que le estaba tomando la temperatura a Natalie sonrió con calma.
-No hay nada que agradecer joven, siempre es un gusto poder ayudar al prójimo ¿Por qué no descansas aunque sea un poco? Mira a los demás chicos, apenas Natalie dejó de llorar cayeron rendidos, estoy segura que tú igual estás cansado.
-Si, estoy muy cansado pero con tantas cosas en la cabeza me cuesta poder dormir, he jurado protegerlos, pero si soy sincero... no tengo idea de cómo le haré, si los experimentos fueran cosas ilegales esto sería mucho mas fácil, pero es el gobierno el que está detrás de todo esto.
Frustrado de ver el reloj se encaminó hacia el sillón donde dormía Natalie, en el segundo piso estaban Marc, Javier y Francisco durmiendo tranquilamente, recuperando energías, en cambio él había preferido quedarse abajo velando el sueño de Natalie como Raquel.
-Entiendo tu frustración, yo me siento exactamente igual... Los experimentos no son ningún secreto para la humanidad y aún así... nadie se ha atrevido a hacer algo por ellos.
Leo tomó la mano de Natalie, acariciándosela suavemente, ella seguía profundamente dormida por fin había dejado de tener fiebre y de sangrar... esperaba no volviera a enfermar de nuevo.
-No todos sabemos de ellos... yo no sabía de su existencia hasta que me encontré con Natalie, mi hermano igual, es como si solo determinadas personas pudieran saber de ellos pues en las noticias de la televisión jamás los habían mencionado ¿Cómo supiste de ellos? Raquel. -Pasó su mirada de la joven inconsciente hacia Raquel que estaba limpiando una comprensa manchada de sangre.
-Porque se llevaron a mi hijo... -Se le hizo un nudo en la garganta al escucharla. -Él iba apenas en segundo año de primaria, necesitaban un niño por aula que se volviera experimento, ellos decían "entre más joven sea el niño mejor" y mi pequeño Brian era el más joven de su salón, así que lo eligieron a él.
-¿Pero qué no podía oponerse? ¿Tomaban a los niños así como así?
-Estamos hablando del gobierno, Leonardo, si me hubiera negado me hubieran desaparecido del mapa y se hubieran llevado a mi niño de todas maneras, no se les puede decir no y menos cuando se trata de algo "que es un avance para la humanidad" como ellos dicen.
Leonardo suspiró pesadamente, acarició la cabeza de Natalie comprobando por cuenta propia que ya no tenía fiebre, su rostro se veía mucho mejor que antes... Raquel había sido de mucha ayuda.
-¿Por eso nos ayudaste? ¿Siempre supiste que Natalie era un experimento?
-Me gusta ayudar a otros, aunque debo admitir que el caso con Natalie fue especial para mi, normalmente hubiera llevado a Marc a que llevara a su hermana con algún médico, por ejemplo con mi hermano que es doctor, pero cuando vi que era un experimento preferí personalmente ocuparme de ella, ya que mi hermano a veces atiende a los experimentos enfermos del laboratorio y podría delatarla si veía que se escapó.
-De verdad muchas gracias Raquel, lo que has hecho por nosotros es demasiado y... lamento mucho lo de tu hijo.
Raquel sonrió ligeramente sintiendo que ligeras lágrimas lograban escapar de sus ojos.
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Experimento 204
Romance-Soy una aberración, un accidente de la naturaleza, eso es lo que soy exactamente... un error. -¿Cómo te llamas? -Experimento Dos Cero Cuatro. - En una época donde las enfermedades se volvieron algo exclusivo en los seres humanos y motivo principal...