19. El Traidor

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—¡Alejen esa maldita aguja de mí! —Marc, con esa agilidad que tanto le caracterizaba, no dudó ni un segundo en lanzar una fuerte patada para que cayera de la mano del científico la jeringa con el sedante que llevaban más de media hora intentando aplicarle al experimento.

—¿Por qué tanto grito? —se quejó Jorge a la par que ingresaba al habitación, viendo a Marc atado de manos pero defendiéndose con garras y dientes.

—Que bueno que llega señor, el experimento 646 es sumamente agresivo, no podemos alistarlo para el viaje y tenemos pocas horas antes de partir —informó inmediatamente la científica que sentía que la retarían por no poder sedar a un experimento como infinidad de veces lo había hecho antes.

—Retírate.

—Pero señor...

—Dije que te retiraras.

La joven científica que llevaba tan sólo un par de días ejerciendo, asintió con la cabeza y salió de la habitación, dejando solos a Jorge y Marc.

—¿Dónde tienen a mi hermana? —preguntó casi gruñendo entre palabras, notándose como sus pupilas se afilaban como las de un felino.

—Necesito que te calmes, Marc, no sé donde tienen a Natalie pero iré a buscarla, para eso necesito que te dejes aplicar el sedante y pueda ir a buscarla.

Marc agachó las orejas, la idea no le gustaba para nada.

—Sedarme... ¿Para qué?

—Nos vamos de viaje.

—Espero estés bromeando al decir que me sedarás.

—No... Cuando los trasladan, pasan por un scanner para asegurarse que el sedante esté surtiendo efecto, si no detectan en tu sangre me puedo meter en grandes problemas, sólo deja que te aplique esto y buscaré a tu hermana ¿Si? Los sacaré de aquí.

El chico gato por su parte sintió erizar su piel al ver la aguja aproximarse a él, siempre había odiado que le aplicaran esas cosas... pero al menos en esta ocasión no tenía otra opción.

—Será por poco tiempo ¿Si? Cuando despiertes ya estaremos fuera de éste laboratorio.

Marc agachó las orejas y desvió la mirada, gruñendo bajo al sentir aquel metal ingresar en su cuerpo, pasándole el medicamento que le mantendría dormido por unas horas.

—Listo... Relájate Marc, entre menos te resistas más fácil será, todo estará bien.

Marc poco a poco fue tumbándose en el suelo hasta quedar completamente acostado, mirando con sus ojos entrecerrados al científico... En menos de cinco minutos el peso de su cuerpo fue tal que cedió al cansancio y se quedó profundamente dormido.

—Bien... ahora a buscar a Natalie —dijo para sí, la científica se encargaría de alistar a Marc y antes de que lo subieran podría llevárselo junto con Natalie al exterior, suspiró con cierto cansancio y se dio media vuelta para salir de la habitación, pero sin poder siquiera salir, allí en la entrada se encontraba el director.

—Excelente trabajo, Jorge, necesitábamos que alguien tranquilizara a 646, es uno de nuestros experimentos más rebeldes... Arréstenlo.

Y detrás de él, unos guardias completamente armados ingresaron a la habitación, esposando al científico por la espalda.

—Lo que usted está haciendo, se considera traición, Jorge, es una pena que se haya encariñado con 204... usted era de mis mejores científicos, le espera un duro destino en América, llévenselo.

—¡No! ¡No puede hacer esto! —hizo resistencia intentando liberarse de sus opresores, apenas notando como se dirigían hacia el inconsciente Marc para poder amarrarlo bien y alistarlo para el viaje. —¡Esto no puede seguir así! ¡Nos hemos convertido en monstruos intentando ser dioses! ¡Sólo estamos llevando la raza humana a su fin!

El director hizo una seña para que se lo llevaran, dejando en claro de que no escucharía más palabras del traidor.

Jorge siguió gritando, repitiendo sus palabras, pero nadie le hacía caso, pasaría las siguientes horas en una prisión ambulante para ser llevado con los demás... a él seguramente le esperaría la pena de muerte por su traición o incluso el director podría proponerlo como experimento.

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Lamento muchísimo estar trayendoles capitulos cortos, pero prefiero subir poco a no subir nada, igual, ésta historia como El Harem del Vampiro ya están llegando a su fin, muchas gracias por leerme y por tomarse su tiempo en comentar, ustedes son mi inspiración para poder continuar con estas historias. ¡Un saludo y un fuerte abrazo para todos!

Experimento 204Donde viven las historias. Descúbrelo ahora