"Entre sollozos y estrellas"

"La habitación"

La pregunta sigue siendo: ¿Porqué es tanta tu insistencia en que acabe este divino momento? solamente somos tu y yo atrapados entre éstas paredes parlantes que conversan malignamente con mi cabeza, quiero vivir para contemplar con lujuria la manera en la que disfrutas del pecado; así que solo déjame tomar esto lentamente y prometo darte lo que me demandas.
La sensación de que mi cara se vuelve totalmente imperceptible cada que ella está en mi, es tan desgarradora como placentera, le estaré haciendo el amor a ella a través de ti, así que, si me lo permites, mantendré mis ojos cerrados, tengo bien presente que no veré, ni sentiré una maldita cosa gracias a ella, pero te garantizo que el suave roce de mis manos acariciando tu figura será tan placentero, como si hubieses regocijado tus pulmones en mi pecado favorito, de la manera en la que yo lo hice.

Mil disculpas te demando, mas, el caso en que con tanta insistencia me dispuse a disfrutar del momento que desaparecí completamente; déjame probarte a ti también, pues mi mujer se encuentra en casa y ella nunca estará al tanto de éstos ojos incitantes que estoy contemplando.
Solamente tienes que saber ésto: dejé todo atrás, cariño, yo no necesito de nadie, he estado solo casi toda la vida. ¿Qué te hace pensar que te necesito? pero a pesar de eso, estoy aquí esta noche, así que, haz caminar tu roto corazón por esa puerta, sienta tu seductora cadera sobre el sofá y dame el privilegio de limpiar la pintura que cubre suavemente tus eróticos labios, y cuando esto acabe, puedes disfrutar de la vista, mientras borras los actos pecaminosos que acabas de cometer, de tu memoria, tranquila, pues sé por experiencia propia que éstas paredes sabrán guardar nuestro secreto.