"Entre sollozos y estrellas"

"Lágrimas en la lluvia"

Si, estoy consiente de que es lo más cobarde que cualquier ser pueda cometer, pero la rabia que resguarda mi alma dilapidada es muy dolorosa, me acuchilla, de la forma en la que la broncínea daga de la traición fue clavada a mano tuya en lo más profundo de mi corazón; mi doncella de alma muerta, hoy, digo adiós a la inclemente y ya consumida por el tiempo, vida, que por enemistad del destino me tocó y esto no es para nada una amenaza, es una mentira que acabó siendo cierta. La carta arrugada y dificultosa para leer que con mi propia tinta y mano fue labrada para ti, la abandoné en el piso congelado y muerto donde incontables veces me encontré en mi perpetuo estado de abstracción por largas y solitarias noches, en las cuales ahogaba el pesar de mi existencia entre el humo de mi melancolía y el cielo borracho de estrellas, hasta que olvidaba mis pecados. El paso del tiempo sigue doliendo encarecidamente, me dicen cautivo de lo negativo... Pero ellos no saben lo liberador que es vivir sin futuro. El sentir la traición hace que muera prematuramente mi esperanza, busca estas aladas palabras que viajan intransigentes en el aire cuando sople, a los que me desearon alguna vez el mal, yo les deseo el doble, por haber echo pedazos un corazón noble. ya que me encuentro muerto desde hace tanto, dentro de mi ya no se encuentra nada, solamente soy otro cuerpo que es arrastrado por el viento inclemente que sopla el destino.
Pero yo sé que no será en vano tragar todo mi dolor y aprender a amar lo que quema; como para reunir el coraje de regresar a la caras en la multitud que me observan mefistofélicas, de nuevo.