"Descanso"

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No tengo la menor idea de si esta es la mejor manera de terminar con todo esto, pero el dolor es insoportable; llegué a casa después de 3 días de haber desaparecido entre las calles, es como si las paredes comenzaran a asfixiarme, las drogas y el alcohol comenzaron a sentirse tan descafeinadas como la vida misma, estoy muerto, desesperado, es como si el maldito agujero que he tratado de llenar todos estos años me tragara desde lo profundo de mis fétidas entrañas, paso mis días en el bosque y mis noches en mi nuevo hogar, el cementerio.
Caminando entre la lluvia que cubría incesante mi cara, vino a mi un sentimiento devastador; ese mismo sentimiento que llegó a mi aquella noche similar a ésta donde corría entre la misma triste lluvia, llorando, desesperanzado hacia la puerta de tu casa, pero ya no estás más, ni volverás a estarlo jamás.

Entré por la puerta en medio de la noche, busqué y rebusqué el frasco, vertí un puño de píldoras en mi mano y las tragué con un largo sorbo de ginebra, subí al tercer piso y ahora me encuentro escribiendo esto bajo una sobresaliente presión mental, tomando en cuenta que desde esta noche. habré dejado de existir; estoy somnoliento, mojado, sin dinero y con el suministro de la droga con la que planeaba acabar con mi vida casi agotado, me resulta imposible continuar alargando esta tortura; entonces, me arrojaré del filo del tercer piso en el cual me encuentro sentado en estos momentos, directo hacia la sórdida calle debajo.
Pero no pienses (quién quiera que lea esta nota) que debido a mi dependencia al adderall es la causa de mi condición actual, cuando termines de leer estas páginas precipitadamente escritas y parcialmente ilegibles por las gotas de lluvia, quizá entiendas mi dolor, aunque no del todo, claro está.

Desperté esta mañana sin ganas de otro día, como ya era costumbre y algo en mi interior sabía que era el último, de corazón lo advertía mi alma muerta y por mucho que duela de aceptar, esto no es una amenaza, es una mentira que acabó siendo cierta; las farolas me observan y el paso del tiempo me duele, pero llevo tanto tiempo muerto por dentro y estoy cansado, estoy harto de vivir huyendo siempre del pasado. Demasiado impulsivo me dicen, cautivo de lo negativo, pero ellos no saben lo liberador que es vivir sin futuro, dentro de mi ya no hay nada, tan solo soy otro cuerpo arrastrado por el viento tan violento que sopla el destino y no sé el por qué, pero en mis ojos ya no llueve, pero puede que tu recuerdo me mantenga vivo extraño, solamente si el exilio no decide mandarme directo al olvido.

Con esto me despido, vida, siempre tuyo, esta noche vuelvo a las cenizas de las que vine para poder ser uno contigo, en todo tu magnífico y destructivo esplendor.

"Entre sollozos y estrellas"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora