Sentado, sin hacer nada, sereno y aún estremecido por lo que había sucedido. Con la mirada vacía, dirigida hacia el salón de clase, observando quietamente las siluetas casi imperceptibles de mis compañeros; puesto que eran las 6:45 de la tarde ya estaba a punto de oscurecer, el frío me acogió en su gris y helado manto.
Desilusionado, sólo pude pensar en fumar, así que me propuse a ir a la tienda/papelería cercana a la preparatoria, me agradaba, pero iba ahí primordialmente porque era el único lugar donde me vendían cigarrillos.
Todo fue breve dentro de la tienda, tomé por lo que había ido y me fuí.
Iba caminando con la cabeza agachada intentando encender el cigarrillo, pero la fuerte brisa no era de mucha ayuda. De golpe, choqué con alguien y cayó al suelo mi cigarrillo y con el, el encendedor, con claro enojo sin levantar la cabeza, mientras me agachaba por las cosas, dije:
- ¡Fijate por donde demonios caminas! ¿Quieres?. Lo acepto, estaba enojado, frustrado y era del tipo de persona que cuando está así, el mundo entero lo paga. Pero luego, levanté la mirada y era ella. Desentendida de lo que pasaba, dijo.- Disculpa, yo... No pretendía molestarte, lo siento.
-No, descuida, creí que eras alguien más.
-Pues vaya hospitalidad la tuya. Ahí estaba la señorita sarcásmo en su máximo esplendor.
-Mira, no estoy de humor, después de todo esto ¿quieres hospitalidad? Pues mire señorita, con todo gusto la invito a que se vaya al carajo, me tengo que ir, gracias.
-¡HEY ESPERA! ¿que diablos pasa contigo? ¿Qué carajos hice yo para que me hables asi?. Me dijo eufórica mientras jalaba y apretaba mi antebrazo fuertemente con intensión de detenerme.
-¡Ah! ¿No sabes que pasó? ¿Quieres saber que hiciste?.
-Si, eso quiero.
Apretando los puños con rabia, hablando entre dientes, dije.- Bien. Cerré los ojos y suspiré lenta y profundamente.
-Yo estaba bien antes Camila. Estaba bien conmigo, con mis libros, con mis amigos de mi antigua preparatoria y tu no puedes venir, hacerme diferente y luego irte.
Eso hiciste, despertaste miles de emociones, dibujaste miles de sonrisas y recuerdos a lo largo de este tiempo, no puedes hacer todo eso y simplemente irte.
-Solitude, para. Dijo enfadada.- ¡No Camila! Cállate y deja de preocuparte por tu maldita existencia un momento y dejame hablar.
Sé que no puedo perder algo que nunca tuve, pero de alguna u otra forma fuiste solo mía en un momento determinado. Pero ahora estás muerta, estás muerta para mi, ya no me importas más y nunca volverás a hacerlo, eso es todo, te odio.
-Wow... Yo... Realmente no sé que decir, estoy conmocionada.
- No hace falta que lo hagas, no esperaba que lo hicieras.- le dije en tono condescendiente.
-Bien, entonces ¿que somos ahora?.
-Nada, le contesté.- No somos nada, exactamente como debió haber sido desde el principio.
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"Entre sollozos y estrellas"
PoetryEsto no es más que una especie de "diario del escritor" en el cual estaré subiendo material como: poemas, reflexiones, pensamientos, etc. Habrá colaboraciónes con muchos escritores locales. Es solo una forma de expresarme libremente y compartirlo co...