"La hórrida noche."

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  "El sonido que arrullándome estaba, de los incesantes coches que corrían a mi lado, cuya brisa que al pasar soltaban, me acariciaba delicadamente la piel, la obscuridad de la noche, me cubría con su frío manto, mientras que la luna era mi único acompañante en ésta melancólica noche, la cual me observaba brillante, irradiando la casi-imperceptible estela de luz que me servía de guía, el inclemente viento golpeaba incesantemente las ramas de los arboles, las cuales se sacudían bruscamente y de ellas hojas secas caían de golpe suavemente, caminando mientras en tristes reflexiones, sobre olvidados cronicones me hallaba, la fosca media noche parecía eterna, la reminiscencia de lo que acababa de cometer era inexorable, de los rasguños en mi piel continuaba brotando la negra sangre que repleta de rencor se encontraba, pero a decir verdad, pese a que mi consciencia remordiéndome estaba, arrepentido no me sentía, ni siquiera lo había llegado a considerar malo, yo mas bien lo veía como una oportunidad gloriosa que había aprovechado.

 Entre reproches y miedos mi mente se encontraba, el crujir de las secas hojas mientras sobre ellas caminaba, era el único sonido que por mis orejas pasaba, fue ahí que cuenta me di, que una negra sombra mi camino seguía, indispuesto a mi cabeza girar y descubrir el ente misterioso que no me paraba de atormentar, de reojo, pude notar, que aquélla lúgubre criatura tenía un aspecto terrorífico, cabeza prominente, aunque alto era, jorobado caminaba y paso a paso que daba, sus largos brazos adelante y atrás se mecían, al igual que sus largas garras que aparentemente unidas a sus manos estaban.

 Era todo lo que podía ver de aquélla sombría silueta, mi corazón se aceleró al instante que volví la mirada al obscuro camino y aunque cierta distancia de mi guardaba, pensarlo dos veces no lo haría, así que más temprano que tarde, con los nervios de punta, corrí y corrí.
Corrí hasta que las piernas me quemaban y luego, seguí corriendo, pues aquélla hórrida proyección inasequible, producto de la luz que rebotaba sobre ése ser cuya maligna apariencia dejaría a cualquiera sin aliento; me persigue eternamente desde entonces"  



"Entre sollozos y estrellas"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora