"Entre sollozos y estrellas"

"La tormenta y yo"

Hoy por fin vengo a enfrentarte, tras infinitos y tortuosos cronicones ya borrados de mi memoria: vengo a decirte lo tan confuso y doloroso que has llegado a ser en todos estos terribles años, acompañado de la inspiración, que me abandona en la triste y obscura tristeza de mi alma, sólo para después regresar en medio de la noche, como la mejor musa que el universo haya podido procrear en el lecho de su profundo, ominoso, infinito e inexorable desastre.
Pero tengo que admitir que solamente tú me has enseñado esa felicidad que siento cada que veo en tu alma, esa felicidad que siento con cada aliento que sale de mi, esa felicidad que siento con cada parpadeo, esa felicidad suprema, orgullosa y poderosa, que me hace recordar que gracias a amarte me siento existente, me siento humano,esa felicidad que es constante y sé que es constante porque lo siento cada que veo en tu sonrisa; pero incluso el término "felicidad" es demasiado mediocre, para poder describir la inmensa complejidad que me atrapa entre otra lágrima de amargo rencor y la lluvia que cubre punzante a mi corazón.

Dime ¿cómo logras hacerme sentir tan incompletamente lleno en tan poco tiempo?.
Dime ¿cómo te atreves a elevarme por encima de los perfectos y silenciosos trazos estelares, solamente para ver la manera cruel en que me dejas caer una vez más?.

No tengo la menor idea de cómo poder describirte de una manera honestamente exacta, pero aún así, parado bajo la tormenta, estoy enamorado de la manera en la que vienes y vas, para dejarme hambriento por más, porque estoy seguro de que mis emociones son tus masoquistas preferidos; porque me llenas de motivos, eres el sentimiento más irónico, juegas conmigo, soy tu pasa tiempo favorito y aparte de eso haces me sentir cosas que jamás imaginé. Este sentimiento que sin que lo sepas firma un acuerdo para adueñarse de tus emociones, porque estoy seguro de que si los sentimientos estuvieran organizados en jerarquías, el amor tendría la corona como el supremo rey del control emocional, este sentimiento que no tenía la menor idea de que existía y ahora ha cambiado completamente lo que conocía del mundo y lo que estaba escrito para mi en el futuro. Es muy astuto, pero no le tengo miedo; me hice su aliado para poder tener la posibilidad de poder perderme entre tus labios; podría perderme en ellos por horas, tú lo sabes. Me haces sentir desconocido, me confundes y aún en medio de la confusión me llena de sonrisas, es la fuerza incontrolable que me hace adicto a ti, adicto a tu olor, adicto al color de tus cabellos y adicto a mirar el perfecto crepúsculo que minúsculo atrapado está en tus ojos; pero nada de eso se compara con la belleza radiante que a mi alma agonizante mantiene con vida.

Solamente te pido que no me abandones, porque sin ti no soy yo, sin ti no hay nada más que amar y sin ti no existe nada en absoluto; pero por última vez, déjame tocar tu mano gentilmente, observar quietamente tu mirada y sentir este sentimiento tan puro con la fricción infinita y perfecta de mis labios con los tuyos, déjame sentir la manera en la que nuestros corazones laten como uno mismo, de la manera en la que podría permanecer hasta que el sol vuelva a salir, contigo como musa de la preciosa alba que se asoma a lo lejos, al igual que nuestros recuerdos enterrados profundamente en la deshonra y la desgracia; ahí dónde yacen inertes mis falsas esperanzas de ser el motivo de tu sonrisa.